Del tenis en silla de ruedas a piragüismo, Robinson Méndez aspira a quintos Juegos

Hace cinco años, en Río, el chileno Robinson Méndez participaba por cuarta vez en unos Juegos Paralímpicos como tenista en silla de ruedas. Cuando su sueño de conseguir una medalla se vio nuevamente truncado, tomó la valiente decisión de cambiar de deporte, colgando la raqueta y la pelota y apostando por el Para piragüismo.

Siempre iba a ser una gran exigencia, enfrentarse a un nuevo deporte a solo cuatro años de los próximos Juegos, y esperar que adquiriera las habilidades necesarias a tiempo para representar a su país. Tenía 31 años, y no era la mejor edad para iniciarse en un nuevo deporte. Pero los que dudaban de que pudiera hacerlo, no conocían a Méndez.

El COVID-19 ha ampliado su tiempo de preparación de cuatro a cinco años, pero, por supuesto, esos 12 meses adicionales han sido, como mínimo, difíciles.

“Es muy extraño, porque el año pasado tuvimos muchos problemas para entrenar, tuvimos que hacer la cuarentena y nos tuvimos que quedar en casa durante tres meses”, dijo Méndez en el podcast de la ICF Road to Tokyo.

“Estoy en silla de ruedas y tengo problemas para respirar, así que tuve que quedarme en casa durante tres o cuatro meses y entrenar desde casa. Lo que es muy difícil es que tengo que hacer mi entrenamiento en el gimnasio en casa, y no tengo todo lo que necesito para entrenar. Así que tengo que entrenar con lo que tengo. He intentado ir al agua todos los días, pero ¿qué puedo hacer?”

Ahora Méndez se encuentra de nuevo donde estaba hace exactamente un año, preparándose para una última oportunidad de clasificarse para Tokio.

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Ha recibido las dos dosis de la vacuna, pero sigue sintiéndose nervioso por viajar a otro país, especialmente a uno al que le va a costar tanto llegar. 

“No. No, no al cien por cien”, dijo sobre si se siente preparado.

“Pero estoy preparado en mi mente. Estoy allí, voy a ir a luchar”.

Si llega, Méndez estará en Szeged, Hungría, en la fase de clasificación para los Juegos, del 13 al 15 de mayo, luchando por una de las pocas plazas de Para piragüismo disponibles. Se ha enfrentado a batallas más duras en su vida.

El camino de Méndez, de prometedor futbolista juvenil a cuatro veces atleta Paralímpico, comenzó en 1997 cuando, con solo 12 años, toda su vida se derrumbó a su alrededor.

El joven se vio atrapado en medio de una disputa en un almacén; hubo disparos y Méndez recibió una bala perdida en la espalda. Su médula espinal quedó destrozada y nunca volvió a caminar.

Cuatro Juegos Paralímpicos después, el sueño que se le ocurrió a Méndez sigue ardiendo con fuerza. Ahora, con 36 años, quiere más que nunca enorgullecer a Chile. Ha sido un largo recorrido, y aún queda mucho camino por delante, pero no aceptará un no por respuesta.

“Tengo muchas ganas de ir a mis quintos Juegos Paralímpicos. Sería increíble. Es mi sueño”, dice.

“Cuando volví a casa después de Río dos o tres semanas después, cambié de deporte, así que soy bastante nuevo en esta disciplina. Por eso sería un sueño para mí y para mi país ir a otros Juegos Paralímpicos.

“Estoy muy contento con mi decisión. Me encanta el deporte en el agua, me encanta la canoa, me encanta el kayak, y amo a mi país, así que creo que cualquier deporte en el que pueda representar a mi país es perfecto”.