Jean Maggi, el hombre de los sueños inagotables

Primer atleta argentino en competir en los Juegos Paralímpicos de Invierno escaló el Himalaya y ahora se imagina viajando al espacio 05 May 2021
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Jean Maggi carrying Argentina's flag at the Opening Ceremony of Vancouver 2010
Jean Maggi fue el abanderado de Argentina en la Ceremonia de Apertura de Vancouver 2010
ⒸGetty Images
By Laura Couto | For the IPC

Jean Maggi compitió en los Juegos Paralímpicos de Invierno, corrió un Iron Man, creó una fundación para apoyar a niños con discapacidad a través del deporte, escaló el Himalaya, filmó un documental para Netflix y sueña con viajar al espacio. 

Esta vida extraordinaria que bien podría ser el guión de una película de Steven Spielberg comenzó a escribirse a partir de un infarto que el argentino sufrió a los 37 años. 

Ya recuperado de aquella situación que puso en peligro su vida, Maggi comprendió necesitaba liderar una vida más activa que le permitiera fortalecer su salud.

“Tardé tanto tiempo en hacer deporte adaptado porque antes no había difusión, en especial en Argentina, que la visibilidad se da a partir de los logros”, explica Maggi, quien contrajo poliomielitis en su niñez.

Probó carreras de calle, baloncesto en silla de ruedas, tenis en silla de ruedas y equitación, pero fue el ciclismo lo que mejores sensaciones le produjo.

“El deporte es mágico para cualquiera y para las personas con discapacidad es supremo. Es ponerte la capa de un superhéroe. Te conecta con la salud, la bici me hizo un cazador de aventuras”. 

Considera que de haber iniciado más temprano, hubiera podido convertirse en uno de los mejores atletas del mundo. “Si hubiera empezado de joven, de niño, hubiera sido otro cantar, pero no me quejo”, sostuvo quien en Vancouver 2010 se convirtió en el primer argentino en competir en los Juegos Paralímpicos de Invierno.

“Aplico el hábito del alto rendimiento para hacer cosas extraordinarias, sueño planes y voy en busca de desafío únicos”.

SER PARALÍMPICO

El Para esquí alpino fue la puerta de ingreso de Maggi al Movimiento Paralímpico. En los Juegos Paralímpicos Vancouver 2010, compitió en el slalom gigante sentado, finalizando en último lugar.

“Argentina nunca había participado de este certamen. Hice todas las gestiones para hacerlo, aunque desde la dirigencia nacional me dijeron que no tenían los recursos. Conseguí la invitación especial y fui el abanderado de la delegación, que completamos con Leonardo Martínez”, recuerda. 

“Los resultados fueron acorde a la capacidad y a la antigüedad de entrenamiento. Mi premio en los Juegos Paralímpicos llegó cuatro años después, en Sochi 2014, cuando en la ceremonia de apertura, mientras desfilaba la delegación nacional, mencionaron que había sido el primer representante argentino. Introducir al país en los Juegos de Invierno fue mi medalla”.

“El Movimiento Paralímpico me pareció apasionante, no sólo porque es el sueño de todo deportista, sino porque es muy interesante interactuar con personas con distintas discapacidades. Ver a una persona sin brazos o una persona ciega buscar su bandeja de comida sin pedir ayuda le da un poco más de valor a lo que uno hace”. 

Los desafíos con tinte deportivo no quedaron ahí y su espíritu aventurero fue por más. En 2011 compitió en un Ironman; al año siguiente, cumplió la meta que estaba pendiente desde que era bebe: pudo caminar gracias a la tecnología biónica. “Cuando me paré me di cuenta de que no era para tanto, de hecho, la uso cuando realmente puede hacerme una diferencia, sino ando con los bastones”, explica el argentino. 

ESCALANDO EL HIMALAYA

La experiencia en Vancouver lo motivó a ir por más. En 2011 decidió competir en un Ironman, una proeza impensada pocos años antes.

Su espíritu aventurero lo empujó a más y, en 2015, se lanzó a una travesía para escalar el Himalaya en su bicicleta de mano. En Khardung La, India, ubicado a 5600 metros sobre el nivel del mar, está el punto más alto al que se puede acceder en bicicleta. Y hacia allí partió Maggi.

“La experiencia fue durísima desde el día 1 hasta el 11. No tuve señal, no podía comunicarme con mi familia y decirles que estaba bien”.

“La última noche me ponen oxígeno, duermo 12 horas y me levanto peor, pero estaba a 20 km de lo que tanto había soñado. Como pude, llegué al punto más alto del planeta que se puede acceder en bicicleta”.

“No disfruté nada en ese momento, no tuve esa capacidad, fue vivir peleando con la adversidad que presenta la montaña. Hoy disfruto de ver las imágenes y de la repercusión que tuvo, pero no lo repetiría”.

Relató su proeza en su libro ‘La aventura de romper límite’, luego llevado a la pantalla en el documental ‘El Límite Infinito’, disponible en Netflix.

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Jean Maggi climbed the Himalayas
ⒸJean Maggi

SOÑANDO EN GRANDE

En 2016, Maggi decidió crear la Fundación Jean Maggi para ayudar a chicos con discapacidad a través del deporte. “A través de ella quiero cambiar conceptos errados que acompañan a la sociedad, cambiar el concepto de la discapacidad”.

Lejos de sentirse satisfecho con todos sus logros ‘terrenales’, Maggi ya planea su próximo viaje.

“Quiero hacer un vuelo suborbital, que es ir al espacio y volver. Hay empresas en las que pronto van a llevar a civiles. Es otro sueño convertido en plan”, relata. 

Recientemente estuvo en la ciudad de Filadelfia, en Estados Unidos, para realizar las pruebas y simulacros necesarios para hacer de este otro anhelo una realidad. Allí visitó el NASTAR Center, una de las principales instalaciones de formación, investigación y educación en materia de aviación y espacio.

"Cuando era niño, Armstrong conquistaba la Luna, marcando un antes y un después en la historia universal. También despertaba el sueño de millones de niños, que luego de verlo hacer su caminata, querían convertirse en astronautas”. 

“Casi ignorando mi discapacidad, mi respuesta no era distinta a la del resto de los niños ante la pregunta ‘¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?’ ‘¡Astronauta!’ Décadas después, mantengo el mismo sueño y confío en hacerlo realidad”.