Para esgrimista Nino Tibilashvili aspira al oro para Georgia en LA28

Tras ganar la medalla de plata en la categoría individual femenina de sable A en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 y la de bronce en París 2024, Nino Tibilashvili ha situado a Georgia en el mapa de la Para esgrima. Ahora tiene la mirada puesta en completar el palmarés en los Juegos Paralímpicos LA28.

Pero lo que hace que los logros de Tibilashvili sean especialmente notables es el hecho de que no comenzó a practicar esgrima ni se sentó en una silla de ruedas hasta los 19 años.

"Conocí a mi entrenador por casualidad en la escuela en 2015. Me habló de la Para esgrima y me llevó a entrenar, sin que yo tuviera ninguna experiencia previa en ningún deporte", dijo Tibilashvili, que tiene una prótesis en la pierna izquierda.

Tibilashvili estudiaba arquitectura en la Academia de Artes de Tiflis en ese momento y parecía destinada a una carrera en diseño de interiores. Pero rápidamente se "enganchó" a la Para esgrima.

"El deporte cambió mi vida, mi rutina, mi dieta", dijo. "Me enseñó disciplina, autocontrol y a perseguir mis objetivos. Caminaba con más confianza, aprendí a valorarme a mí misma y a creer en mis propias capacidades".

Al escenario Paralímpico

En su debut en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, aplazados hasta 2021 debido a la pandemia de COVID-19, Tibilashvili ganó la medalla de plata en sable individual femenino A, convirtiéndose en la primera mujer Paralímpica medallista de Georgia y la primera esgrimista en silla de ruedas del país en subir al podio Paralímpico.

"Debido al COVID-19, el pabellón estaba vacío, sin aficionados, pero yo sabía cuánta gente me estaba animando", dijo. "En mi mente, cada uno de ellos estaba aplaudiendo. Este éxito no tiene precedentes para mí hasta la fecha".

Sin embargo, en lugar de ser la culminación de un sueño, Tokio 2020 motivó a Tibilashvili a "lograr más" en París 2024. De hecho, ganó el bronce al vencer a la francesa Brianna Vide ante un público que abarrotaba el Grand Palais, pero considera que este logro no es menor que su plata en Tokio.

"Todas las medallas son importantes para mí porque detrás de ellas hay muchas lágrimas. También me alegré mucho por esta medalla de bronce, porque sabía el camino que había recorrido para conseguirla.

"A diferencia de Tokio, el pabellón de París estaba abarrotado de espectadores. Estaba muy nerviosa. Oía las voces del público y tenía miedo.

"En el pabellón estaban mis amigos y familiares, mi madre... Mi deseo de hacerla feliz era más fuerte que mi miedo".

Una vida a toda velocidad

Tibilashvili admite que "su vida ha cambiado" desde su doble éxito Paralímpico. "Ahora el deporte es mi trabajo", dijo. "El éxito me aporta felicidad y seguridad económica.

"Para ser sincera, la gente todavía no me reconoce por la calle porque casi siempre me ven con la máscara de esgrima puesta, pero la esgrima es más popular en nuestro país.

"Me tomo muy en serio mi papel como atleta con discapacidad y me veo a mí misma como parte de una nueva historia que motivará a los jóvenes".

Su dedicación es evidente. Después de entrenar de 10 de la mañana a 5 de la tarde, primero en el gimnasio y luego en la pista de esgrima, Tibilashvili estudia en una universidad deportiva durante tres horas por la tarde. "Creo que soy muy rápida, tanto en la esgrima como en la vida", dijo entre risas.

Amistad y trabajo en equipo en la pista

Además de sus actividades individuales, Tibilashvili incluso encuentra tiempo para competir por los honores del equipo junto a la tricampeona mundial Irma Khetsuriani, a quien conoce desde que puso un pie en un pabellón de esgrima, y Gvantsa Zadishvili. Juntas, el trío fue campeón mundial por equipos de sable en 2021.

"Tengo un equipo increíble, siempre están a mi lado", dijo Tibilashvili. "Irma fue la primera en dar a conocer este deporte al pueblo [de Georgia], luego Gvantsa y yo.

"Son una parte integral de mi vida, son mi familia, son mis mejores amigas más allá del deporte. Cuando están a mi lado durante el combate, siento mucha esperanza y fuerza.

"Cuando compites en equipo, tienes más responsabilidad, tanto contigo mismo como con el equipo".

Sin embargo, basta con ver su reacción al ganar el bronce en sable femenino por equipos en el Campeonato Mundial de Para Esgrima Iksan 2025 en septiembre para darse cuenta de que competir juntos es mucho más que el color de la medalla.

"La hora dorada llegará", dijo Tibilashvili. "Mi principal objetivo es LA 2028. Espero que mi deseo se haga realidad. Lo importante es el proceso y el camino para llegar hasta allí".