Convertirse en campeona Paralímpica ayuda a uzbeka Naimova a hallar su lugar en vida

Si buscas ejemplos de cómo el deporte puede cambiar vidas, no busques más que la uzbeka Guljonoy Naimova.

La campeona de Para taekwondo en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 ha utilizado su éxito para sacar a su familia de la pobreza y convertirse en una de las atletas más exitosas y famosas del país. 

Ahora es la única luchadora del mundo que ostenta simultáneamente los títulos de campeona Paralímpica, mundial y del Para Grand Prix, y sigue siendo la campeona Paralímpica más joven de Uzbekistán. 

Las recompensas económicas del gobierno de Uzbekistán la han convertido en el principal sostén de la familia, una rareza para las personas con discapacidad de ese país y un sueño hecho realidad para Naimova.

Pero las cosas no siempre fueron tan sencillas para la campeona Paralímpica. 

Superando las adversidades

Naimova nació con una lesión en el plexo braquial, que afecta significativamente a su capacidad para levantar y extender el brazo izquierdo. 

Aunque Uzbekistán no es el lugar más fácil para que una persona con discapacidad crezca -el 85% de los edificios y las infraestructuras sociales aún deben ser adaptados para su uso por personas con discapacidad-, Naimova creció en un entorno de apoyo. 

Su madre, su padre y sus dos hermanos lo tomaron con calma. 

"No fue hasta que empecé a ir a la escuela cuando me di cuenta de que no era como los demás niños", dijo. "Me sentí decepcionada y ofendida". 

Las cosas empeoraron para Naimova antes de mejorar. Cuando sus padres se divorciaron, decidió quedarse con su madre. La familia tenía problemas económicos. 

"De niña, siempre soñaba con el éxito económico, con resolver todos los problemas de mi familia y hacer feliz a mi madre", dice Naimova.

Entonces, a los 11 años, descubrió el taekwondo. Naimova se sintió atraída por la disciplina que exigía este deporte, así como por su carácter físico. ¿El único problema? Uzbekistán aún no había creado un programa de Para taekwondo y ella se vio obligada a competir con personas sin discapacidad. 

"No tuve éxito en el deporte para personas sin discapacidad porque no podía levantar los brazos para bloquear", recuerda.

El cambio al Para taekwondo

Naimova pasó cinco años aprendiendo el deporte del taekwondo junto con sus compañeros sin discapacidad antes de unirse al nuevo equipo de Para taekwondo de Uzbekistán a finales de 2015. 

En ese momento, el Para taekwondo estaba experimentando su primer gran período de crecimiento. Este deporte acababa de celebrar su sexto Campeonato Mundial y había sido incluido en el programa Paralímpico de 2020.

Recuerda cómo era el entrenamiento en esos primeros tiempos: "No teníamos suficiente dinero para un campo de entrenamiento. Entrenábamos solo el 60% de lo que hacemos ahora: dos semanas de entrenamiento y luego un mes de descanso".

En 2017, con 17 años, Naimova debutó en el circuito internacional. Demostró su potencial en su primera competencia -el Campeonato Asiático 2017 en la República de Corea-, donde ganó la plata, cayendo ante la británica Amy Truesdale, número 1 del mundo.

Fue el comienzo de una de las mayores rivalidades de este deporte. 

Naimova ganó medallas en sus dos siguientes eventos -el Campeonato Mundial 2017 y los Juegos IWAS 2017- perdiendo en las semifinales en ambas ocasiones contra Truesdale. Al año siguiente, ganó su primer torneo internacional, convirtiéndose en campeona asiática al superar a Truesdale en una emocionante final por 9-8. 

Convertirse en la mejor

El éxito de la joven atleta no pasó desapercibido en su país, y el Comité Paralímpico de Uzbekistán respondió realizando una importante inversión en su equipo de Para taekwondo. A partir de 2019, el gobierno proporcionó al equipo financiación para que pudiera entrenar sin interrupciones.

Naimova y sus compañeros de equipo se comprometieron con un ambicioso programa de entrenamiento de siete horas al día, tres días a la semana. Los entrenamientos son intensos gracias en gran medida al entrenador Bobur Koziyev, uno de los más apasionados y animados del circuito. 

"Tengo un carácter fuerte", afirma. "Incluso recibo advertencias del árbitro".

Naimova está de acuerdo. 

"Durante los entrenamientos, es muy estricto", dijo. "Tanto si se trata de un campeón Paralímpico como de un novato, nos aseguramos de escuchar".

Desde las 7:30 de la mañana hasta las 7:00 de la tarde, el equipo realiza toda una serie de actividades, como fitness, pesas, taekwondo y entrenamiento de video. 

"Veo todos los combates de mis oponentes", dice Naimova. "Conozco a todas y cada una de las oponentes a las que me enfrento".

Decidida a mejorar su medalla de bronce del Campeonato Mundial 2017, Naimova entró en el Campeonato Mundial 2019 confiada en que podía vencer a cualquier oponente. 

Incluso tuvo un respiro, ya que Truesdale, la defensora del título mundial, fue sorprendida en cuartos de final por la japonesa Shoko Ota. Luego, Naimova superó a Ota por 14-5 en la semifinal y se clasificó para su primera final de un Campeonato Mundial. 

La luchadora uzbeka acabó cayendo ante la brasileña Debora Menezes en una reñida final por 7-3. Fue la última vez que perdió en el tiempo reglamentario.

En una dramática escena posterior al combate, su entrenador se marchó furioso, dejando sola a una devastada Naimova.

En lo que resultó ser el comienzo de una duradera e improbable amistad -ninguna de las dos atletas habla el mismo idioma-, Menezes se acercó a consolar a la medallista de plata.

"Me dijo que había luchado bien y que era una gran atleta", dijo Naimova. "Nos hicimos amigas porque nuestras personalidades coinciden y ambas somos amables".

Admitiendo su arrepentimiento, el entrenador Koziyev habla abiertamente de su reacción de aquel día: "Quiero a mis atletas y me preocupan tanto que puedo ser duro. Veo que mis atletas tienen posibilidades de medalla y me pongo nervioso cuando están a punto de perder".

Juegos Paralímpicos que cambiaron su vida

Naimova siguió mejorando y en su último torneo antes de la pandemia de COVID-19, venció a Truesdale, número 1 del ranking, por 16-8 en la semifinal del Campeonato Europeo 2019. Cayó ante la azerbaiyana Aynur Mammadova por punto de oro en la final, no sin antes asegurarse la clasificación automática para Tokio 2020.

La perspectiva de competir en los Juegos durante el debut Paralímpico del Para taekwondo no supuso una presión extra para Naimova.

"Mi madre siempre soñó con que su hija se convirtiera en campeona Paralímpica, y yo no quería defraudarla", dijo. 

También había una posible ganancia económica. 

El gobierno uzbeko otorga a los campeones Paralímpicos el título de "Orgullo de Uzbekistán". También reciben 200.000 dólares, un apartamento nuevo y un coche nuevo. Una plata Paralímpica hace ganar a los atletas uzbekos 100.000 dólares, mientras que los medallistas de bronce reciben 50.000 dólares.

Son cantidades que cambian la vida en un país donde el uzbeko medio gana menos de 350 dólares al mes y, según el Banco Mundial, solo el 7,1% de la población con discapacidad tiene un empleo remunerado. 

En Tokio 2020, Naimova quedó sorteada en el mismo lado del cuadro que dos de sus rivales más peligrosas, Shoko Ota, la favorita local, y Truesdale, la número 1 del ranking. Una cómoda victoria por 37-12 sobre Ota en cuartos de final preparó el terreno para uno de los enfrentamientos más esperados de Tokio 2020, y una de las sorpresas más inolvidables. 

Tras unos tensos 30 segundos iniciales en los que cayó por 6-4 ante Truesdale, Naimova encadenó 10 puntos consecutivos antes de cerrar la ronda con una impresionante ventaja de 22-6 sobre su eterna rival. Naimova no cedió, y ganó fácilmente las dos rondas siguientes para clasificarse a la final Paralímpica con una victoria contundente de 60-14.

La victoria entusiasmó a los uzbecos en su país, incluido el presidente Shavkat Mirziyoyev, que prometió que vería la final Paralímpica. 

En su último combate en Tokio, Naimova superó a la actual campeona mundial y amiga Menezes por 8-4 para convertirse en la primera campeona Paralímpica de su división.

Naimova regresó a casa para ser recibida por una multitud en el Parque Yangi Uzbekistan de Tashkent, donde también recibió los saludos del presidente del país, un cheque gigante de 200.000 dólares y las llaves de un SUV de color rojo. Al final de la ceremonia, fue conducida a su nuevo apartamento. 

"El presidente eligió personalmente el color de mi coche", dijo Naimova. "Observó el combate y dijo que quería darme algo que destacara... Es el único de este color en el país".

La recompensa económica del gobierno uzbeko cambió la vida de Naimova. 

"Antes, vivía solo con mi madre y mis dos hermanos", dijo. "Ahora tengo mi propia casa, les he pagado la universidad a mis dos hermanos y he mejorado sus vidas".

Convertirse en una leyenda

El triunfo de Naimova en Tokio fue el comienzo de una racha de éxitos sin precedentes. Desde entonces, no ha perdido ningún combate y ha ganado su primer título mundial, el Para Grand Prix inaugural y un par de Campeonatos Europeos. 

En el Campeonato Mundial 2021 cobró otros 12.000 dólares por su victoria y se ha convertido en una de las atletas más famosas y populares de Uzbekistán. 

"Tengo más de 80.000 seguidores en Instagram", dijo Naimova. "Y ahora todo el mundo en Uzbekistán me conoce y me respeta".

Ha sido un largo camino para la niña que cayó en una depresión tras darse cuenta de que era diferente a sus compañeros. Gracias al deporte, Naimova ha encontrado algo más que éxito, aceptación y seguridad económica: ha encontrado su lugar en la vida. 

Con solo 22 años, Naimova posee todos los títulos importantes del mundo y proporciona seguridad económica a su familia. ¿Qué le espera a la campeona Paralímpica?

"Después de hacer realidad el deseo de mi madre, ahora quiero impresionar a mi entrenador".