Podcast IPC: Ellen Keane habla sobre ser un modelo a seguir

"Cuando estaba creciendo, me volví muy introvertida y fue porque odiaba el hecho de que la gente me mirara. Es una sensación horrible saber que la gente no te mira, que te miran el brazo" 16 Oct 2020
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Ellen Keane
By IPC

Ellen Keane es de todo menos ordinaria. Nació sin la parte inferior de su brazo izquierdo, la Paralímpica irlandesa creció con una relación conflictiva con su imagen física. Por un lado, gastó tanta energía en tratar de disimular su discapcidad, pero en la otra... la hizo volar sobre el agua, llevándola a los Juegos Paralímpicos a la precoz edad de 13 años. Keane habla sobre su historia y su "aleta de la suerte" en el octavo episodio de A Winning Mindset: Lessons from the Paralympics.

La transcripción completa del podcast:

Imagínese ser Keane a la edad de 13 años - elevándose a lo más alto de su deporte en Irlanda y dando un paso hacia la Villa Paralímpica por primera vez, a punto de compartir una casa y una piscina con algunos de los mejores talentos que el mundo ha visto.

"No lo aprecie totalmente en ese momento, que tan bizarro fue estar en un Juego Paralímpico siendo tan joven porque nadie me trató diferente", dijo.

"La única vez que recuerdo haber estado un poco asustada y abrumada fue en mi primera o segunda carrera. Estaba en la misma carrera que Nathalie Du Toit, mi ídola. Recién acababa de competir tanto en los Juegos Olímpicos Beijing como en los Paralímpicos y tenía el doble de tamaño que yo, y ahí estaba yo, una diminuta yema de huevo".

"Esa fue la única vez en la que recuerdo haber sentido mi edad. Hay cosas que no te afectan tanto cuando eres joven porque vives en el momento y no te preocupas por las cosas y creo que es algo que desearía tener todavía".

Encontrarse con su ídola y nadar con ella en los Juegos es algo que la mayoría de los jóvenes de 13 años tan solo soñarían, y esa es una de las dos razones por las que Keane está agradecida en su vida, además de la "aleta de la suerte" con la que nació.

"A veces lo hago y a veces no (llamar a su brazo su aleta de la suerte). Para algunos, cuando hablamos específicamente de nadar como competidor, he podido notar que los atletas que han perdido alguno de sus miembros parecen ser mejores en el agua. Es como un maquillaje bio-mecánico o algo por el estilo".

"Parecen entender mejor los movimientos que aquellos que nacieron con sus extremedidades, pero cuando se trata de aprender a hacer las cosas, no necesito adaptarme mucho porque siempre encuentro otra forma de hacerlas. Si tengo dificultades par ahacer algo, no me pongo muy nerviosa por eso".

Después de doce años de carrera, Keane es capaz de mirar en retrospectiva para determinar qué le dio su aleta de la suerte, pero vivir con una discapacidad no siempre fue sencillo para la atleta de 25 años.

"Mientras creacía, realmente me convertí en una persona introvertida y fue porque odiaba el hecho de que la gente me mirara fijamente. Es un sentimiento horrible saber que las personas no te miran a vos, que miran a tus brazos", dijo.

"Cuando sos una chica en edad de crecimiento, es bastante difícil ser consciente de si tienes la piel o el pelo mal, pero mi brazo es algo que nunca podría cambiar de mi misma, así que la única solución que encontré fue esconder mi brazo".

Keane recuerda estar en el último año del secundario cuando un chico del que se había hecho amiga durante dos años le preguntó sobre su brazo.

"Me decía, ¿qué está mal con tu brazo? Yo estaba como, qué quieres decir con qué hay algo malo con mi brazo. Pensaba que me lo había roto o algo, y le dije que no tenía brazo. Estaba tan desconcertado, pero eso demostró que había sido muy hábil para esconderlo. Había convencido a la gente que me conocía desde hace años que yo tenía dos manos".

A pesar de haber estado en dos Juegos Paralímpicos y haber encontrado su lugar feliz en la piscina, Keane luchó con su imagen corporal hasta los 19 años.

"Cuando empecé la universidad, sabía que nadie me conocía y no había ninguna mentira entonces. La mentira no existía todavía. Dependía de mí asegurarme de que la mentira no comenzara porque una vez que la mentira comienza, es muy difícil salir de ella, simplemente entré y fue como, no tengo brazo".

Keane dice que historias como esa resaltan la importancia de la representación.

"La discapacidad puede ocurrirle a cualquiera en cualquier momento de su vida. Es la única cosa que puede afectar a todos en el mundo... cuanto más se ve algo, menos importante es y menos aterrador es".

"Es desgarrador saber que cuando un bebé nace sin un brazo, los padres están aterrorizados y tienen miedo de que el niño vaya a tener una mala vida, que no vaya a crecer para tener éxito y que el niño vaya a tener problemas en el futuro, pero si es algo que ves todo el tiempo, entonces no vas a estar preocupado por ello".

"Es algo que deberíamos abrazar".

Hoy en día, Keane ha decidido "agitar" su brazo en la cara de la gente para que sea imposible no mirar.

"Cuando se trata de que los niños se acerquen o sólo quieran hablar, siempre escucho. Obviamente, el deporte es duro y tienes tus días buenos y tus días malos. Siempre parece que cuando tengo uno de mis días malos, tengo un mensaje en mi bandeja de entrada de un niño pequeño o una madre o algo así y es como un pequeño y agradable recordatorio de por qué lo estás haciendo".