Sexagenaria Para amazona Karjalainen espera coronar carrera con medalla en París 2024

La veterana Para amazona finlandesa Katja Karjalainen sigue pisando fuerte a los 61 años. La medallista de plata Paralímpica se niega a que una discapacidad física o visual -o la edad- le impidan competir al más alto nivel.

Para Karjalainen, que terminó segunda en la prueba de doma de estilo libre Ib en los Juegos Londres 2012, la equitación se convirtió en una forma de vida hace más de medio siglo.

"Llevo haciéndolo desde que tenía nueve años, más de dos veces por semana, y he tenido mis propios caballos durante los últimos 22 años", dijo Karjalainen, que también tiene medallas de bronce en los Juegos Mundiales Ecuestres y en el Campeonato Europeo de Para Doma.

"Al principio no me interesaba competir en absoluto. No me interesó hasta que me convertí en Para amazona. Me hizo estar más decidida a triunfar y empecé a entrenar más duro".

Caballo negro

Nacida en Helsinki, la capital de Finlandia, Karjalainen consideraba al principio la equitación solo un pasatiempo, y estudió enfermería.

Aspiraba a ser médico anestesista cuando su vida cambió de repente. Karjalainen se despertó un día con un problema de salud que le impedía utilizar el brazo izquierdo, y tenía las piernas y el brazo derecho muy rígidos. Cuando intentaba comer, la comida le salía por la nariz. Más tarde le diagnosticaron vasculitis, una enfermedad rara que en casos graves puede ser mortal.

Además de los problemas físicos, la enfermedad también afectó a la visión de Karjalainen, que empeoró hasta que tuvieron que extirparle un ojo. A principios de los 90, contrajo una infección de médula ósea y los médicos le dijeron que dejara de trabajar.

Tras el tratamiento, Karjalainen se enteró de que ya no podía tener hijos. Decidida a no autocompadecerse y a encontrar un nuevo sentido a su vida, decidió dejar de estudiar. En 1996 se subió a un caballo por primera vez en 10 años, iniciando una nueva carrera como Para atleta.

Debutó en los Juegos Paralímpicos Beijing 2008.

"Tengo una foto mía en Hong Kong, donde se celebró la prueba ecuestre. En ella tengo la más amplia de las sonrisas, una verdadera expresión de "esto es lo que siempre he querido" en mi cara. Fue realmente increíble estar allí", dijo.

"Recuerdo haber oído a algunos atletas de mi grado repasar los nombres de los competidores en el tablero de anuncios. Se detuvieron en mi nombre y alguien preguntó: "¿Quién es ésta?" Bueno, llegaron a saber mi nombre cuando empezó la competencia. Solo el 13º competidor me bajó del podio".

Marcando el camino

Karjalainen es la única atleta de élite que, además de una discapacidad física, tiene una discapacidad visual, lo que la hace elegible para la Para doma. Compite en Grado I y tiene permiso para utilizar un "comunicador" que grita las letras de las diferentes partes de la pista de doma durante su programa, guiándola hacia las posiciones correctas.

"No estoy en la misma situación que otros de mi grado, ya que no tienen discapacidad visual. Es difícil porque en mi grado es especialmente importante poder ir derecha y a veces creo que lo estoy haciendo, pero en realidad voy un poco mal", dijo Karjalainen.

"Cuando empiezo mi programa, al principio ni siquiera puedo ver a mi interlocutora, que está a 20 metros de mi punto de partida. Tardo un rato en verla. Hay algunas cosas en las que tengo que trabajar que los demás de mi grupo no hacen".

Un encuentro con Rasse

A las puertas de sus quintos Juegos Paralímpicos, Karjalainen, que llevó la bandera de Finlandia en la Ceremonia de Apertura de Río 2016, se enfrenta ahora a otro desafío. Dr. Doolittle, su caballo veterano, tuvo que retirarse después de Tokio 2020, por lo que Karjalainen debe conocer a un nuevo compañero.

"Es diferente a lo de antes, porque después de soltar a mi anterior caballo, Dr Doolittle, decidí que ya no compraría uno nuevo", dijo.

"Tengo un caballo alquilado que se llama Fabriano Sil, o "Rasse", como lo llamamos nosotros. Tengo que ir a ver a su dueño para entrenar con él.

"Todavía estamos muy lejos de estar listos con Rasse. Es un caballo muy diferente al Dr. Doolittle. Dr. Doolittle medía 182cm y era un caballo bastante deportivo, mientras que Rasse es un caballo enorme de 186cm, un hermoso caballo negro".

Pero Karjalainen está acostumbrada a no dejar que ningún obstáculo se interponga en la persecución de sus sueños. A poco más de 500 días de los Juegos Paralímpicos París 2024, sigue soñando con volver a subir al podio, quizá para colgarse la medalla de oro que le falta a su colección.

"Todavía tenemos mucho trabajo que hacer con Rasse. Siempre hace falta tiempo para que ambos nos conozcamos y entendamos de verdad lo que significa cada uno. La otra semana hicimos una competencia nacional y fue bastante prometedora; todos los errores que cometimos fueron por mi culpa, no por la de Rasse", dijo Karjalainen.

"Ganar una medalla en París sería una hermosa corona para mi larga carrera. Y significaría, al cien por cien, el final de mi carrera.

"Ha sido un gran camino. Siempre lo he dado todo y siempre he estado dispuesta a aprender algo nuevo. Este es un deporte en el que nunca estás preparado. Los caballos se encargan de que así sea. Siempre puedes aprender algo nuevo de ellos".