Shepherd, sobreviviente de explosión, disfruta de su segunda oportunidad en Tokio

“Siempre he bromeado con mis hermanos (que) soy niña milagro, soy favorita de mamá y papá” 25 Aug 2021
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Haven Shepherd
Haven Shepherd en acción
By OIS

Cuando Haven Shepherd, de los Estados Unidos, tenía 14 meses, sus padres se ataron una bomba y la sostuvieron en sus brazos en un intento de suicidio familiar en Vietnam.

Su madre y su padre murieron a causa de la explosión, pero Haven sobrevivió, con las dos piernas amputadas por debajo de la rodilla como resultado de sus heridas.

Fue adoptada por Shelly y Rob Shepherd, que la trasladaron a Carthage, Missouri, en los Estados Unidos, para vivir con cuatro hermanas mayores y dos hermanos.

“Siempre he bromeado con mis hermanos (que) soy la niña milagro, soy la favorita de mamá y papá”, dice Shepherd, que ahora tiene 18 años.

“Estoy muy agradecida de que me hayan salvado. No entré en shock y solo perdí las piernas. Podría haber perdido la vida.

“Siempre hay que mirar lo positivo de la vida: sé que tuve una situación muy mala, pero salí, tuve esa segunda oportunidad”.

Shepherd debuta en los Juegos Paralímpicos de Tokio, donde competirá en los 100m braza femeninos y en los 200m combinado individual.

Llega dos años después de que consiguiera dos medallas de plata y una de bronce en los Juegos Parapanamericanos de Lima, Perú, aunque no se presiona para repetir esa hazaña en Tokio.

“Mis objetivos aquí son ser yo misma y divertirme”, dijo. “No voy a venir con grandes expectativas sobre mí misma, porque si te pones expectativas siempre te vas a decepcionar.

“No puedes controlar la vida, solo puedes controlar cómo respondes a las cosas.

“Todo en tu vida es una elección. Podría estar en esa sala de llamadas, podría estar muy mentalizada y llena de miedo, pero si elijo saber que puedo divertirme en esta carrera, aunque sea muy intensa, entonces he ganado”.

Shepherd, que también compite en CrossFit y trabaja como modelo, quiere inspirar a otros en un mundo en el que se hace tanto hincapié en la imagen corporal.

“Cuando trabajé como modelo para Tommy Hilfiger, me di cuenta de que el cuerpo perfecto no existe; solo un puñado de personas tienen este tipo de cuerpo y este estilo de vida”, explica.

“Si miras a tu alrededor, todos tenemos pequeños golpes y moretones y todos somos imperfectos.

“Me encanta mi oportunidad de demostrar que cualquiera puede hacer literalmente lo que quiera”.