Herbert Aceituno alza las ilusiones salvadoreñas

El powerlifter es campeón Parapanamericano y promete seguir haciendo historia 30 Apr 2020
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Salvadoran powerlifter Herbert Aceituno holds his gold medal at Lima 2019
Aceituno es uno de los deportistas más destacados en la historia de El Salvador
ⒸAlexandre Battibugli/Agitos Foundation
By Santiago Menichelli

Ya habían desfilado delegaciones multitudinarias como la de Canadá y pronto iban a pasar otras populosas como las de España o Francia. En medio, por razones alfabéticas, estaba El Salvador. Era el turno de Herbert Aceituno —el único atleta de ese país centroamericano en los Juegos Paralímpicos Río 2016— de portar la bandera salvadoreña. Dos azules cobalto y una blanca; las franjas flameaban en el cielo carioca. 

FORMAS DE SOLEDAD

La soledad puede adquirir distintas siluetas. El powerlifter salvadoreño Herbert Aceituno puede dar fe. Cuando tenía apenas ocho años, aquel niño que había nacido con acondroplasia e hidrocefalia y al que le daban pocos meses de vida, padeció la discriminación y el aislamiento de sus pares. 

“¿Por qué se me quedan viendo? ¿por qué se burlan y se ríen?”, se preguntaba Herbert. Recuerda que “en la escuela, a partir del cuarto grado tuve una marginación muy grande por parte de muchas personas. Quería acercarme, pero el rechazo fue grande. Yo no entendía”.

“Ya en la adolescencia me di cuenta de que soy igual a todos”, revela. Pero la exclusión continuó: “Al terminar la escuela, me gradué de técnico programador analista. Por marginalidad que hay en torno a la discapacidad no se me dieron las posibilidades de empleo. Me levantaba a ver qué hacía, hacía trabajos pequeños de mantenimiento o arreglo de computadoras”.

Su vida experimentaría un quiebre a los 23 años, cuando un amigo lo invitó al gimnasio a levantar pesas. Allí encontró respuestas que siempre había buscado: “El mundo Paralímpico me abrió los ojos de otra manera y me cambió la vida. Ahora soy independiente”.

“Dios sabe el motivo por el cual me hizo pequeño. Eso de las barreras, siempre están en la mente”, asegura el atleta que se codea con los mejores del mundo en Para powerlifting. “Siempre he dicho que quería hacer algo y trato de cumplirlo. Yo quería representar a mi país fuera como fuera. Antes quería ser futbolista, pero dignamente estoy representando a El Salvador en las pesas. Hay que quitarle la venda en los ojos a la sociedad de que una persona con discapacidad no se mira con lástima sino con asombro, porque nadie es menos que nadie en esta vida”.

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three male powerlifters on the podium holding up their medals
Herbert Aceituno fue el primer salvadoreño en 20 años en ganar oro Parapanamericano Ⓒ Lima 2019

No llevaba rencores el hombre responsable de portar la bandera de El Salvador en el mítico Estadio Maracaná. Aunque parecía estar solo al conformar la delegación más pequeña de los Juegos Paralímpicos Río 2016, ahora Aceituno desbordaba de apoyo: cientos de salvadoreños pendientes de sus actuaciones se sumaban al soporte de siempre de su familia, amigos, el Instituto Nacional de los Deportes (INDES), el Comité Paralímpico Salvadoreño y sus patrocinadores.

EL ORO PRUEBA LA EVOLUCIÓN

Aceituno se ganó un lugar en sus primeros Juegos Paralímpicos al imponerse en la Copa del Mundo de Powerlifting 2016, en Brasil, en la categoría -72kg —logrando un levantamiento de 145kg—. Meses después, fue ambicioso en su estreno en Río 2016 pero falló en sus tres intentos por levantar 185kg y terminó su participación en las puertas de la final.

Tres años después, en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, Herbert tuvo su revancha. “Mi primer levantamiento fue nulo. Pero, lejos de desmotivarme, mantuve la calma. Después de esa primera ronda, Jorge Carinao de Chile lideraba con 176kg. Es decir que debía ¡romper el récord Parapanamericano para ganar!”, narra el salvadoreño sobre la conquista del oro que le valió ser elegido Mejor Para Atleta Hombre de Lima 2019. 

“Justo antes de mi segundo levantamiento, cuando me encontraba frente a la barra, me vinieron a la mente muchas imágenes de las horas de sacrificio, de entrenamiento duro y de todo mi país al que debía representar con dignidad. Yo no estaba solo; más de seis millones de salvadoreños estaban levantando esa barra conmigo. Eso me dio el impulso que necesitaba. Fue entonces que levanté 180kg, un nuevo récord de los Juegos, y pasé a ocupar el primer lugar. Con esa marca ya habría ganado, pero levanté 2kg más en mi último intento. Mi felicidad era inmensa. Miles de imágenes recorrieron mi mente”.

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Herbert Aceituno and Sara Vargas hold their trophies
Aceituno recibió el premio al mejor Para atleta hombre de Lima 2019 junto a Sara Vargas (mejor Para atleta mujer) en una ceremonia en Estados Unidos Ⓒ Panam Sports

“Las celebraciones de regreso en mi país fueron extraordinarias. Me recibieron verdaderamente a lo grande y todos los medios de comunicaciones televisivos, radiales y escritos estuvieron pendientes de mi retorno”, cuenta. 

“Lastimosamente, en mi país sólo es fútbol, sólo es fútbol. No tenía idea que me iban a estar recibiendo tantos periodistas nacionales y no me esperaba tantas noticias sobre Aceituno. Eso me motiva más pensando en estar arriba y obtener buenos resultados”.

LA PERSEVERANCIA, SU LLAVE HACIA TOKIO 2020

A sus 34 años, Herbert es un atleta maduro que hace de la perseverancia su herramienta más preciada. La rutina, por lo tanto, es inquebrantable.

Se levanta a las 3:30 de la madrugada todos los días. Cocina lo que comerá ese día —de acuerdo con el plan de su nutricionista— y una hora después sale de su casa para tomar el bus que lo acerca al gimnasio del INDES. Hace dos entrenamientos diarios de una hora y media; a las 6 y a las 14. También es parte de sus hábitos el ayudar a otros deportistas. 

“Nos apoyamos con los demás que entrenan y comparto con los más chicos que están involucrados en Para powerlifting. He tenido la oportunidad de salir de El Salvador y competir a nivel internacional y les doy mis consejos y mi experiencia, eso creo que ayuda mucho. Me gusta darles mi punto de vista para que no vayan a sufrir lesiones”.

El descanso es ley en casa de Aceituno. En sus recreos, le gusta jugar videojuegos online con amigos que se ha hecho a través del mundo. También ve películas y escucha música.

“Luego del oro en Lima quiero seguir escalando peldaños. La presión siempre es igual, solo que cada vez adquiero un compromiso más grande. La preparación se enfoca en lo que me propongo y por qué quiero luchar: me encantaría ganar una medalla en los Juegos de Tokio. Sería bienvenido por todo el pueblo salvadoreño”.