Leyendas Paralímpicas recordadas por espíritu pionero e impacto duradero

El Comité Paralímpico Internacional (IPC) y Paralympics Australia (PA) están profundamente entristecidos por el fallecimiento de la leyenda Paralímpica Kevin Coombs OAM PLY, un pionero que dejó una marca indeleble en el deporte australiano.

En 2022, fue el primer atleta Paralímpico del mundo en recibir la denominación PLY del IPC.

Coombs, que fue el primer atleta indígena en representar a Australia en unos Juegos Paralímpicos u Olímpicos, falleció el jueves rodeado de sus seres queridos.

Continúa un período de luto para PA y el Movimiento Paralímpico tras el fallecimiento, a principios de esta semana, de Tracey Freeman, otra australiana incluida en el Salón de la Fama Paralímpica.

Alison Creagh, presidenta de Paralympics Australia, dijo que las contribuciones de Coombs y Freeman al Movimiento Paralímpico no pueden ser ignoradas.

"Nuestro más sentido pésame a las familias, amigos y seres queridos de Kevin y Tracey, así como a todos los miembros del Movimiento Paralímpico que se verán afectados por su fallecimiento", dijo Creagh.

"Kevin y Tracey fueron incluidos en el Salón de la Fama Paralímpica Australiana en la misma ceremonia en 2016 y perder a dos leyendas con pocos días de diferencia hace que este sea un momento muy difícil para el Movimiento Paralímpico Australiano".

"Kevin fue un pionero que encarnó el verdadero espíritu del Movimiento Paralímpico. Sus contribuciones, tanto dentro como fuera de la pista, han tenido un profundo impacto en el Para deporte australiano y siempre será recordado como una inspiración para los atletas australianos, no solo para aquellos con una discapacidad. Su legado seguirá inspirando a las generaciones venideras.

"Como primera mujer atleta de Australia en ganar una medalla de oro Paralímpica en atletismo, Tracey abrió un camino para que futuros iconos de nuestro movimiento, como Louise Sauvage y Madison de Rozario, la siguieran. Tras sus dos participaciones en los Juegos Paralímpicos, Tracey sigue siendo una de las atletas más dominantes que ha dado el deporte Paralímpico australiano".

Catherine Clark, directora ejecutiva de Paralympics Australia, dijo que la pérdida de miembros tan influyentes del Movimiento Paralímpico Australiano será profundamente sentida por muchos.

"Hemos perdido dos personas increíbles y dos gigantes de nuestro movimiento", dijo Clark.

"La conexión permanente de Kevin con todas las generaciones de atletas Paralímpicos australianos, desde la década de 1960 hasta la actualidad, es un testimonio de su influencia perdurable. Su dedicación y pasión como atleta, junto con sus funciones de liderazgo como capitán, entrenador y mentor en los últimos años, cautivó a todas las personas con las que se relacionó y demostró su compromiso con la excelencia.

"Las contribuciones de Kevin no solo han elevado el perfil del Para deporte, sino que también han allanado el camino para las generaciones futuras que disfrutarán de oportunidades y éxitos en la plataforma que Kevin y sus compañeros de equipo construyeron con tanta fuerza y valentía en los primeros días del deporte Paralímpico.
"Al igual que Kevin, los logros de Tracey también han resistido la prueba del tiempo. Han pasado más de cuatro décadas desde que Tracey compitió por última vez en unos Juegos Paralímpicos, pero su legado como una de las principales medallistas Paralímpicas australianas de todos los tiempos sigue inspirando y motivando a los atletas a alcanzar nuevas metas en el Para deporte." dijo Clark.

Pionero para Australia

Coombs representó a Australia en cinco Juegos Paralímpicos, empezando como uno de los 12 atletas australianos seleccionados para los primeros Juegos Paralímpicos Roma 1960. Siguió compitiendo en Tel Aviv 1968, Heidelberg 1972, Arnhem 1980 y Nueva York/Stoke Mandeville 1984, siendo capitán de los equipos masculinos de baloncesto en silla de ruedas en 1972 y 1984 y capitán de todo el Equipo Paralímpico Australiano en 1980.

La extraordinaria carrera de Coombs fue merecidamente reconocida con numerosos premios y honores.

Fue invitado a portar la antorcha Paralímpica en la Ceremonia de Apertura de los Juegos Paralímpicos Sídney 2000, y una avenida del Parque Olímpico de Sídney lleva su nombre, lo que garantiza que su legado estará siempre presente en el corazón de la historia Paralímpica australiana. Recibió la Medalla de la Orden de Australia en 1983, la Medalla del Deporte Australiano en 2000 y fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto Australiano en 2007.

En el mismo año en que fue incluido en el Salón de la Fama de los Atletas Paralímpicos Australianos, Paralympics Australia también instituyó la Medalla Tío Kevin Coombs al Espíritu de los Juegos, que honra a los Atletas Paralímpicos Australianos que ejemplifican el mismo espíritu y determinación que Coombs mostró a lo largo de su carrera. Es concedida por PA al final de cada año de Juegos Paralímpicos.

Grandes éxitos

En sus dos participaciones en los Juegos Paralímpicos, Freeman logró éxitos que la situaron entre los tres atletas Paralímpicos australianos de mayor éxito hasta ese momento. Cuarenta y siete años después de sus últimos Juegos Paralímpicos, sus seis medallas de oro la sitúan en la 12ª posición de la lista histórica de ganadores australianos de medallas de oro Paralímpicas.

En los Juegos Paralímpicos Heidelberg 1972, Freeman ganó tres medallas de oro y batió récords mundiales en lanzamiento de disco, jabalina y bala, además de dos medallas de plata en las carreras de 60m en silla de ruedas y en slalom en silla de ruedas. Cuatro años más tarde, en los Juegos Toronto 1976, ganó tres medallas de oro y tres récords mundiales en los 60m en silla de ruedas, lanzamiento de jabalina y bala, y dos medallas de plata en disco y slalom en silla de ruedas.

Freeman recibió una Medalla del Deporte Australiano en 2000 antes de su ingreso en el Salón de la Fama Paralímpico Australiano en 2016.