Paralympic Games
24 August - 5 September 2021

Aurelie Rivard nada cada día como si fuera el último

"Estoy apreciando las pequeñas cosas que daba por sentadas, como nadar durante largas distancias, salir al exterior y sentarme al sol" 30 Jun 2021
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Aurelie Rivard
TASTE OF SUCCESS: Aurelie Rivard of Canada celebrates on the podium after winning gold at the Rio 2016 Paralympic Games.
ⒸHagen Hopkins/Getty Images
By Tokyo 2020

En enero de 2020, la estrella de la Para natación Aurelie Rivard junto a otros once de los mejores nadadores canadienses que participaron del Campeonato Mundial de Para natación de 2019 participaron de un encuentro de 10 días en la Prefectura de Wakayama, en Japón.

A tan solo ocho meses de los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, los nadadores estaban en Japón no solo para experimentar y conocer los sitios, la cultura y la comida que el país anfitrión tenía para ofrecer sino para que se familiarizarán con las sedes y sus ubicaciones en la previa de los Juegos.

"Era como el sprint final hacia los Juegos. El objetivo principal del viaje era saber dónde está todo para sentirnos cómodos ocho meses después", dijo Rivard a Tokio 2020.

"En aquel momento pensé: 'Vale, bueno, volveré aquí en breve'. Pero no fue así".

Tan solo dos meses después, con la pandemia de COVID-19 desperdigándose por todo el mundo, el Comité Olímpico Canadiense y el Comité Paralímpico Canadiense tomaron la decisión de que no enviarían sus equipos en caso de que los Juegos se disputaran en la fecha inicialmente planificada.

Aunque Rivard, quien debutó en los Juegos Paralímpicos Londres 2012, estuvo de acuerdo en que era la decisión correcta, confiesa que fue difícil de escuchar: "No íbamos a tener ningún Juego porque, aunque los Juegos se iban a realizar, nosotros no íbamos a ir. Esa hubiera sido la peor pesadilla de mi vida", dijo la nadadora de 25 años.

"Peor que una cancelación es sentarme en mi casa a ver cómo todos los demas compiten y no ser capaz de participar.  Estaba alterada, siento que pasé por todas las emociones en tres días, y siento que todo pasó muy rápido. En dos semanas toda mi vida cambió por completo. No sabía hacia dónde me dirigía, a dónde iba, qué iba a hacer y todavía me siento así".

Como toda su vida giraba en torno a la natación, Rivard empezó a cuestionarse su valía, su identidad, su futuro, porque el deporte podía serle arrebatado en un instante.

"Cada semana mi madre me decía: '¿Qué pasa si ya no puedes nadar?' Y yo siempre decía: 'Siempre voy a poder nadar'... y de repente me quitaron la natación y quedó fuera de mi control", dijo.

Pero con todo lo que ha pasado desde marzo de 2020, Rivard cree que puede sonar a cliché decir que ha aprendido a no dar nada por sentado.

"Estoy apreciando las pequeñas cosas que daba por sentadas, como nadar a lo largo del curso, salir a la calle y sentarme al sol. Es como lo más destacado de un día, aunque normalmente a quién le importaría eso, ¿no?"

NADANDO HACIA LO DESCONOCIDO

Aunque el aplazamiento de los Juegos Paralímpicos a 2021 supuso un cierto alivio para la dos veces Paralímpica, los últimos 14 meses han estado llenos de incógnitas.

¿Podrá volver a nadar? ¿Será en una piscina de 50 metros? ¿Cuándo volverá a competir?

Rivard aprendió rápidamente que, con las restricciones que cambian regularmente y sin saber nunca lo que le deparará el mes siguiente, y mucho menos el día siguiente, sólo podía hacer una cosa.

"Lo que empecé a hacer es presentarme en la piscina cada día, como si fuera el último", dijo, explicando que los atletas no tienen prioridad ni exenciones para usar las instalaciones. "Sabíamos que cualquier día nos podían quitar todo, así que íbamos día a día y no pensábamos en el día siguiente".

De cara a la fecha original dl año Paralímpicoen 2020, los atletas estaban ultimando detalles para prepararse para la gloria, especialmente después del Campeonato Mundial de Para natación en septiembre de 2019, la última vez que los Paralímpicos suelen verse antes de los Juegos.

Y después la natación se frenó por el coronavirus.. No hubo nada desde marzo hasta julio de 2020, y los entrenamientos en casa en interiores fueron el recurso para entrenar hasta que las piscinas empezaron a reabrirse en verano. Pero, como en muchos países, el invierno trajo una segunda oleada.

En Canadá, por caso, volvieron al aislamiento en octubre pero después de un mes y medio se concedieron exenciones para los atletas que debían entrenarse para los Juegos Paralímpicos. Después de volver al agua sin su entrenador, al que no se le permitía entrar en la piscina de acuerdo con las restricciones establecidas, Rivard volvió a estar fuera del agua durante Navidad.

Aunque las idas y venidas han continuado en 2021, Rivard ha podido nadar en largo (50 metros) desde enero -después de haber nadado en una piscina de 25 metros desde agosto hasta diciembre de 2020-, algo que la seis veces campeona Para Panamericana agradece a pesar de las incertidumbres a las que todavía se enfrentan ella y sus compañeros.

Rivard tampoco ha podido nadar de forma competitiva, salvo en una carrera de simulación en diciembre del año pasado, que hizo sola.

"Tuve que aprender, y todavía estoy aprendiendo, a tratar de validarme como atleta, incluso a motivarme sin nada en absoluto, sin competiciones de natación, sin carreras, sin viajes, sin pruebas, sin nada", dijo la abanderada de la ceremonia de clausura de Río 2016.

"Realmente tengo que concentrarme en un momento y es lo más difícil por lo que he pasado, pero realmente es intentar hacerlo de nuevo con lo que tengo".

 

CREER Y CONFIAR EN SÍ MISMA

"Tengo que agradecer ese episodio de mi vida por lo que soy hoy, pasé por lo peor para experimentar lo mejor... Simplemente me hizo ser quien soy como persona y como atleta", dijo Rivard sobre su experiencia con el bullying cuando era más joven.

Al crecer, Rivard, que nació con la mano izquierda sin desarrollar completamente, nunca se vio a sí misma diferente a los demás. Tampoco lo hizo con su hermana gemela, Charlotte.

Pero cuando empezó a ir a una escuela deportiva especial para entrenar natación más seriamente, comenzó a ser víctima de acoso. La insultaban, le arrojaban comida, y la excluían de las actividades, lo que llevó a la joven atleta a ocultar su mano izquierda, creyendo que ese era el problema, y sufría ansiedad y ataques de pánico.

El acoso terminó cuando Rivard se defendió un día en el entrenamiento cuando un compañero le lanzó una botella de agua helada y Rivard decidió devolvérsela.

"No creo que fuera tan competitiva ni que estuviera tan motivada como lo estoy si no quisiera demostrarle a la gente que soy buena en algo o incluso mejor que ellos. Ese fue mi primer objetivo en la natación, demostrarle a mis compañeros que podía hacer grandes cosas porque me trataban como si no valiera nada", recuerda.

Al centrarse en lo que podía controlar, ella misma y su natación, Rivard, que había carecido de confianza en sus habilidades, empezó a demostrar que los demás se equivocaban.

"Me dio confianza y me abrió muchas otras puertas. Estoy muy agradecida por ello, porque siento que eso me impulsó para volver a levantarme y vivir la vida que estoy viviendo, no creo que fuera la atleta que soy si no hubiera dudado de mí misma hace 12 años", añadió.

DEFENDIENDO EL TÍTULO PARALÍMPICO, RÉCORDS MUNDIALES Y MÁS

No se puede ocultar el deseo de Rivard de defender sus títulos de 50, 100 y 400 metros libres S10 de Río, además de batir sus actuales récords mundiales, de los que posee cuatro (50, 100, 200 y 400 metros libres S10).

Y aunque normalmente no piensa en las medallas, al ser la primera vez que tiene títulos que defender, ese objetivo está en lo más alto de su lista.

Pero hay una cosa que ha permanecido igual: no se siente favorita.

De cara a Río 2016, la prensa canadiense consideró a la entonces atleta de 20 años como una de las nadadoras a seguir, y, originalmente, de cara a Tokio 2020, Rivard pensó que sería una de las mejores, la candidata a vencer.

"Soy como la que la mayoría de las chicas quieren batir porque ahora soy la mayor y tengo medallas de oro, pero sigo siendo la menos favorecida porque todos los demás en el mundo ahora mismo están nadando, están compitiendo, están viajando. Los he visto competir. Conozco los resultados", dijo, y añadió: "Ninguno de ellos sabe lo que estoy haciendo".

En abril, Swimming Canada tomó la decisión de cancelar las pruebas Paralímpicas, que normalmente se celebran junto con las pruebas Olímpicas. Afortunadamente, gracias a su actuación en el Campeonato Mundial de Natación 2019, Rivard se ganó la preselección para Tokio 2020.

Aunque reconoció que hay presión por no saber dónde está en comparación con sus competidoras, a las que se enfrentará este verano en Tokio, la presión viene de otras formas.

"Es una presión porque no tengo forma de saber dónde estoy. Puedo ver dónde están ellos, pero diría que la presión viene de mí, no de ellos. Y trato de usar eso como una ventaja y no como una desventaja".

“Me gusta pensar que todo el equipo canadiense está en la misma situación. Y me gusta pensar que nos va a ser útil de alguna forma. Cuando estemos en Tokio, estaremos como en el año, nos esforzaremos mentalmente para intentar estar al mismo nivel que todos. Si podemos hacer eso, significa que terminaremos mucho más fuertes”.