Campeón Paralímpico jamaiquino Cunningham se reinventa en maestro de varios deportes

Alphanso Cunningham no siempre está seguro de quién es cuando se despierta. 

¿Es el jugador de baloncesto de 41 años que espera jugar con Jamaica en los Commonwealth Games de este verano o es el jugador de tenis de mesa que se entrena a toda máquina para su primera gran competencia internacional? ¿O tal vez sea un aspirante a esgrimista en silla de ruedas que se está enamorando de otro deporte? ¿O es incluso Alphanso Cunningham, el doble campeón Paralímpico de atletismo?

La respuesta es que es todo eso. 

"Me encantan los deportes. He probado de todo", se ríe Cunningham, antes de revelar por qué el hombre que se proclamó campeón de disco F53 en los Juegos Paralímpicos Atenas 2004 y lo siguió con el oro en jabalina F52/53 en Londres 2012 ha dejado muy atrás las pruebas de campo. 

"Mi cuerpo me decía que no a las pruebas de campo. He hecho 18, 19, 20 años (de pruebas de campo) y mi cuerpo necesitaba ese cambio. Así que cambié. Quería mostrar mi talento en diferentes áreas en las que sabía que era bueno". 

Enamorado del baloncesto desde su adolescencia y habiendo disfrutado siempre de la rapidez del tenis de mesa, las dos primeras "áreas" en las que centrarse eran obvias. La tercera, un poco menos. 

"La esgrima es algo nuevo para mí y me gusta", dijo Cunningham, con una sonrisa en su voz. "Me gusta la espada. Voy a (cumplir) 42 años este año y ahora mismo me siento de 22".

Ganar como papá

Hay otra razón clave por la que Cunningham, que se siente joven, no pasa tiempo libre de su trabajo diario como técnico ortopédico descansando en una de las famosas playas de Jamaica. 

"Estaba a punto de retirarme, pero a ella le gusta verme en la televisión y le prometí que le daría una medalla", explica Cunningham sobre su hija de seis años. 

"Así que siempre pregunta: "¿Cuándo voy a conseguir una de tus medallas?" Le gusta ver a su padre en la televisión y le gusta verme a veces cuando entreno. 

"Quiero animarla porque quiere ser una ganadora como su padre. Así que continuaré hasta que lo entienda todo. Le va bien en la escuela. Hace poco ganó su primera medalla, su primer trofeo; quedó primera en su prueba de ortografía. Le dije: 'Eso es un comienzo'".

El poder del deporte

El poder del deporte es algo de lo que Cunningham, que nació con osteogénesis imperfecta, una enfermedad congénita caracterizada por la fragilidad de los huesos, es muy consciente y está agradecido. 

"El deporte me ha impulsado a ser mejor persona. Me ha enseñado, me ha inspirado y me ha hecho querer inspirar a otra generación", dijo. "Me di cuenta de que el deporte puede cambiar tu vida. No sé cantar, no soy músico. La gente intenta otras cosas para inspirarse a sí misma y a la gente, y yo elegí el deporte". 

Sus logros en el campo de atletismo, que incluyen una medalla de oro en un campeonato mundial y cuatro títulos Parapanamericanos, además de esas coronas Paralímpicas, ciertamente lo han hecho. Al igual que sus esfuerzos por reinventarse como maestro de múltiples deportes. Por eso no es de extrañar que la gente de toda Jamaica, desde los niños en edad escolar hasta los abuelos, aprecie a este fenómeno siempre sonriente.  

"No me preocupa mi discapacidad porque el deporte la ha cambiado y quiero cambiar la vida de otras personas, no solo de las personas con discapacidad, sino también de las personas sin discapacidad", afirma Cunningham. "Cuando voy por la calle me encuentro con gente y (me dicen): "Sabes que me has inspirado aunque pueda caminar". Utilizo eso como fuerza motriz para enseñar a la gente de mi país". 

El primer Día Paralímpico Nacional de Jamaica, celebrado el 11 de marzo, fue una oportunidad que Cunningham aprovechó para hacer precisamente eso.

"Me entusiasma que tengamos un Día Paralímpico en Jamaica, para que todas las miradas se centren en los atletas Paralímpicos y en las personas con discapacidad", dijo Cunningham, que pasó parte del día ayudando a renovar la pista multiusos Paralímpica en el Centro de Rehabilitación Sir John Golding de Jamaica. 

"Es para que la gente sepa: "Sí, tenemos personas que, aunque tengan una discapacidad física, tienen un día en el que pueden expresarse y hacer deporte". No fue tan grande porque era la primera vez aquí en Jamaica, pero sabemos que el año que viene va a ser mayor y voy a ayudar". 

No es sorprendente escuchar eso de un hombre que no muestra signos de disminuir la marcha.