Dificultades ayudan a Para remero ucraniano Roman Polianskyi a hacerse más fuerte

Desde pérdida de sus padres hasta escapar de guerra en 2014, campeón Paralímpico y mundial sigue desafiando adversidades  26 Jun 2021
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rower raises arms to celebrate gold medal on podium
Desde su irrupción en Río 2016, Roman Polianskyi es el hombre a batir en el PR1M1x en Tokio 2020
ⒸIgor Meijer - FISA
By Lee Reaney | For the IPC

El ucraniano Roman Polianskyi nació con un fuego competitivo que fue alimentado con cariño por su padre. Esa ha sido la base de su dominio en el Para remo desde los Juegos Paralímpicos Río 2016. 

“Mi padre vio un fuego especial en mí y me inculcó el amor por el deporte desde una edad temprana”, dijo Polianskyi.

De niño era un atleta activo, incluso después de que le diagnosticaron a los 10 años una paraplejia espástica hereditaria (HSP) que afecta a los músculos con una rigidez progresiva y una disminución de la elasticidad en las extremidades inferiores. 

Esto no afectó al futuro campeón Paralímpico.

“Una vez, cuando estaba en el centro de salud espinal de Burdenko, en Crimea, participé en competencias de lucha de brazos”, recuerda Polianskyi. “Gané el primer puesto tanto con el brazo derecho como con el izquierdo”.

Esa fuerza en la parte superior de los brazos le sería muy útil en el agua.

ENCONTRANDO SU “ELIXIR DE LA VIDA“

Polianskyi se mantuvo activo en atletismo durante su adolescencia. Pero luego le siguieron las dificultades más duras.

Perdió a su padre en un accidente de trabajo cuando tenía 18 años. Su madre falleció poco después. 

“Lo más importante es empezar con pequeñas metas y seguir adelante”, dijo sobre cómo afrontar la adversidad. “Tengo la suerte de tener el carácter de mi padre, que hizo nacer mis ganas de ganar”.

Ese fuego competitivo llevó a Polianskyi a elegir el canotaje de velocidad. Pero en aquel momento, ese deporte aún no formaba parte del programa Paralímpico para Río 2016, así que encontró otro deporte que utilizaba músculos similares: el Para remo, que ya estaba en el programa desde Beijing 2008. 

“Me atrajo el remo”, dijo sobre la decisión. “El agua se ha convertido realmente en mi ‘elixir de la vida’”.

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UN LARGO CAMINO

Pero entonces llegó otra dificultad.

Cuando la guerra estalló cerca de su casa en Donetsk en 2014, Polianskyi se vio obligado a huir. Hizo el cambio de deporte desde su nuevo hogar.

“En ese momento ya era un IDP [Internally Displaced Person, es decir, un refugiado dentro de su propio país] en Odesa”, recuerda. “Fue difícil al principio: superar la incertidumbre, incluso el miedo... Pero lo que era una dificultad, se convirtió en una ventaja”.

Una ventaja podría ser una subestimación. 

Polianskyi ganó el oro Paralímpico solo dos años después de empezar a practicar este deporte, venciendo al chino Cheng Huang, actual campeón Paralímpico, y al australiano Erik Horrie, campeón mundial, en la prueba individual masculina. 

Después, otro desafío que superar. El Para remo pasó de las carreras de 1.000m a la distancia olímpica de 2.000m. Al principio fue una adaptación para él. 

Perdió el Campeonato Mundial al año siguiente de su triunfo Paralímpico ante Horrie, pero aprendió una valiosa lección.

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“Pensé durante mucho tiempo en esa carrera y en el hecho de que todo hombre se esfuerza por ser el más fuerte, pero la lucha más dura es la interna”, dijo el atleta de 34 años. “Recuerdo que fue la carrera más dura, con malas condiciones climáticas. Me di cuenta de que aún no había llegado a la distancia de los 2.000m y sentí que aún no estaba preparado. Pero tenía muchas ganas de ganar”.

Polianskyi aumentó su entrenamiento a 10 sesiones de dos horas y media a la semana. Los resultados fueron evidentes.

Después de ser superado por su rival Horrie por menos de un segundo en el Campeonato Mundial de Remo 2018, Polianskyi se convertiría en campeón mundial en 2019, estableciendo un mejor tiempo mundial con 9:12,99 - que aún se mantiene.

También conquistó el título del Campeonato Europeo en abril por casi 12 segundos de ventaja sobre el británico Benjamin Pritchard. 

“Mis músculos parecen estar diseñados para las distancias largas, el trabajo largo”, admitió. “La larga distancia... ¡es la mía!”

EL PODER DEL PARA DEPORTE

Polianskyi espera sumar un segundo oro Paralímpico consecutivo a su vitrina de trofeos este verano, y junto con él un mejor tiempo Paralímpico en PR1M1x.

Después de competir, espera trabajar en rehabilitación.

“Lo que más me gustaría es ayudar a los niños y a las personas con discapacidad. El deporte es una gran fuerza para todas las personas con discapacidad, así que en todas partes recomiendo a todo el mundo que sea físicamente activo y haga deporte”.

“A mi mujer, Oleksandra -también Para remadora- y a mí nos gusta ver películas, escuchar música y cocinar... a veces vamos al pueblo a hacer asados", continuó. “Hay un lago cerca y nos gusta nadar en él”.