Melissa Stockwell: De soldado herida a campeona mundial

El 13 de abril de 2004, Melissa Stockwell, oficial del ejército de los Estados Unidos, salió a dar una vuelta para conocer la ruta de un convoy de entrega de suministros que debía tomar al día siguiente. Había sido enviada a Iraq tan solo un mes antes.

“Salimos de nuestra puerta y a los 10 minutos del viaje, pasamos por debajo de un paso subterráneo y fue ensordecedor. Hubo un estruendo y comenzó a salir humo negro”, reveló Stockwell en un podcast exclusivo con el Olympic Channel.

“El olor del metal, los parabrisas, las aeronaves y los vehículos se desviaron. Y al final, habíamos impactado con una bomba en la carretera”.

El Humvee que conducía se estrelló contra el costado de la casa de una mujer. Y mientras salía de la escena, cubierta de sangre, se dio cuenta de que algo no estaba bien.

“Por suerte para mí, había un médico de combate unos pocos vehículos atrás que sabía que estaba herida, corrió y empezó a lo que yo pensaba que era administrar primeros auxilios, pero realmente me salvó la vida porque estaba perdiendo mucha sangre”.

“Pero lo que no sabía en ese entonces y sé ahora es que había perdido mi pierna y luego se había desprendido. Y ese fue el primer día de mi nueva vida de vivir con una sola pierna”.

Poder de elección

Sería fácil pensar que vivir un momento así de impactante conduciría a un período de negación o autocompasión. Pero Stockwell tomó la decisión deliberada de “aceptar la pérdida y seguir adelante”. Una elección que, en sus propias palabras, “impulsó mi vida en formas que nunca podría haber soñado”.

Esta es la filosofía que Stockwell ha adoptado en los últimos años y la que ha inspirado el título de su nuevo libro The Power of Choice: My Journey from Wounded Soldier to World Champion.

“Todas nuestras vidas son impulsadas por las elecciones que hacemos”, explicó Stockwell. “Solo que el poder de esa elección hizo mi vida increíble de muchas maneras”.

Reavivando el sueño

De pequeña, Stockwell era una gimnasta con talento, incluso soñaba con ir algún día a los Juegos Olímpicos. Habiendo perdido su pierna, Stockwell comenzó a aprender sobre los Juegos Paralímpicos cuando el atleta Paralímpico estadounidense John Register visitó el Centro Médico del Ejército Walter Reed donde había estado en rehabilitación. Y este nuevo descubrimiento comenzó a reavivar sus fantasías infantiles.

“Es casi como si tuviera una segunda oportunidad de convertirme en esta atleta olímpica que había soñado ser. Solo que esta vez fue como una atleta con discapacidad”, dijo la tres veces campeona mundial ITU de Para triatlón.

Pero no fue la gimnasia la que se convirtió en el catalizador para cumplir sus sueños. Como parte de su rehabilitación, Stockwell comenzó a nadar, y sintió una conexión instantánea con el deporte.

“Cuando me metí al agua por primera vez después de perder la pierna... casi me hizo sentir completa nuevamente. Es como si me hubiera olvidado que había perdido mi pierna. Me encantó la forma en que el agua me hizo sentir”.

A partir de ese momento, sus sueños tomaron vuelo, ya que decidió perseguir su objetivo de convertirse en una atleta Paralímpica, aunque en ese momento pareciera una “posibilidad remota”.

“Mis tiempos estaban tan lejos de los esperados cuando empecé. Y tenía un largo camino por recorrer. Pero quería intentar hacerlo realidad”.

Cumpliendo el sueño

“La bocina se disparó. Los nadadores golpearon el agua. Pasé a toda prisa por delante de Elizabeth, trabajando duro, probablemente corriendo los primeros 100 metros un poco más imprudentemente y a un ritmo más rápido de lo que hubiera sido prudente. Sabía que este era un ritmo que no podía mantener, pero esta era probablemente mi última oportunidad en los Juegos Paralímpicos de Beijing”, Melissa Stockwell en su libro The Power of Choice: My Journey from Wounded Warrior to World Champion.

Solo cuatro años después de que Stockwell perdiera la pierna, los Juegos Paralímpicos Beijing 2008 iban a tener lugar en la República Popular de China. Para entonces, Stockwell se había convertido en una formidable nadadora. Durante las pruebas Paralímpicas de natación, Stockwell tenía la esperanza y el sueño de formar parte del equipo de los Estados Unidos.

Y ese día, los sueños se harían realidad. Mientras Stockwell salía del agua al final de una carrera en la que había nadado a un ritmo que ni siquiera sabía que era capaz, miró hacia el marcador.

Dos letras siguieron su tiempo: A. R. (Récord Americano)

Increíblemente para alguien que había nadado solo 20 segundos más lento ese mismo día por la mañana, el tiempo de Stockwell de 5:03 había quebrado el A.R. y la había ubicado como tercera del mundo.

“Nunca había mirado los récords americanos. Estaba tan lejos de ellos en las pruebas Paralímpicas. Y bajar la marca por 20 segundos entre la carrera de la mañana y la de la noche. No sé qué pasó, pero fue increíble”.

Camino hacia la gloria Paralímpica

Los Juegos Paralímpicos de Beijing terminaron siendo una experiencia decepcionante para Stockwell, que no llegó a las finales de natación de los 100m mariposa, 100m estilo libre y 400m estilo libre - los tres eventos en los que compitió.

“No tuve buenas actuaciones”, explicó la atleta, recordando la decepción que había sentido. “Y en ese momento esa era mi vida”.

Pero en muchos sentidos, Beijing pudo haber sido el catalizador de la gloria que le esperaba. Después de nadar, se pasó al Para triatlón en 2009, una decisión que le proporcionó beneficios inmediatos.

“Eso fue algo que tampoco esperaba... después de Beijing 2008, es gracioso”, recordó Stockwell.

“Pensé, soy vieja. Tengo 28 años, soy demasiado vieja. No voy a continuar con los Juegos Paralímpicos. Y luego en 2009, participo en una competencia de triatlón, me enamoro de él, me enamoro del deporte”.

En 2010, Stockwell se convirtió en campeona mundial ITU de Para triatlón, un título que retuvo en 2011 y 2012.

La medallista de bronce más feliz de Río

En 2016, Stockwell finalmente alcanzó la gloria Paralímpica. En ese momento, había tenido un bebé y, mientras buscaba volver a la competición de élite, le ofrecieron una invitación en el equipo de Estados Unidos. A pesar de ser tres veces campeona del mundo, el podio parecía muy lejos de la realidad.

Pero, una vez más, Stockwell logró lo imposible, terminando la carrera en tercer lugar y completando el podio con tres atletas estadounidenses.

Fue un momento que Stockwell recordará por siempre.

“Es tan cursi decir que los sueños se hacen realidad. Pero efectivamente sucedió y obtuve una medalla de bronce. Se sintió como un oro para mí. Fui la medallista de bronce más feliz de Río. Estaba fuera de control, pero de pura alegría”.

Cuatro años más tarde, la atleta de 40 años vuelve a soñar - esta vez con otra medalla para los Estados Unidos en los Juegos de Tokio el año que viene. Sería una extraordinaria continuación del viaje para una atleta que se consideraba “demasiado vieja” cuando compitió en Beijing a los 28 años.

“El objetivo es volver a Tokio, vestir ese uniforme, volver a subir al podio. Creo que en el mejor de los casos tendremos otro podio completamente estadounidense. Así que entreno con mis compañeras de equipo con las que corrí en Río. Y entrenamos juntas. Nos exigimos entre todas. Nos motivamos mutuamente. Y sí, el objetivo es volver al podio con las dos”.

Y quién apostaría contra otro sueño hecho realidad para la guerrera herida que llegó a la gloria Paralímpica.