Zebastian Modin afronta grandes retos rumbo a cuartos Juegos Paralímpicos de Invierno

Nada ha salido bien para el esquiador sueco Zebastian Modin en los últimos meses.

Problemas de guía, problemas de salud, el reto constante de funcionar como un atleta de élite en un mundo con Covid... o unos "cuantos baches en el camino", como lo describe el tres veces atleta Paralímpico con discapacidad visual.

Modin, que debutó en los Juegos Vancouver 2010 con 15 años, donde quedó tercero en la carrera de velocidad de esquí de fondo, soñaba con sumar una medalla de oro en esquí nórdico a las tres platas y dos bronces que ya ha conseguido. 

Eso fue la primavera pasada. Desde entonces, ha tenido que reajustarse.

"La primavera pasada, por supuesto, una medalla", dijo Modin. "He estado entre los tres y los cinco primeros en la mayoría de mis carreras, así que era un objetivo realista. Sigo esperando una medalla, pero las posibilidades han disminuido.

"Primero mi guía [Robin Bryntesson], con el que entrené la temporada pasada, tuvo algunos problemas de salud y tuvo que dejar de entrenar. Tuve que buscar a alguien. 

"Él era el principal. Ahora Emil [Jonsson] me ha salvado la temporada cuando nos dimos cuenta de que Robin no iba a volver. Emil estaba destinado a ser un tipo complementario esta temporada, para unirse a los Juegos Paralímpicos en caso de que le ocurriera algo a Robin, pero ha intervenido. 

"Luego tuve problemas en el verano con la cadera, así que tuve dificultades para hacer algunos tipos de entrenamiento y me he visto obligado a adaptarme. He estado haciendo mucho entrenamiento en interior, en bicicleta y demás. El año pasado fue duro mentalmente, sin carreras, pero el verano y el otoño han sido un reto logístico".

Modin se sometió a una inyección antes de Navidad para frenar la inflamación de su cadera y admite que simplemente está tratando de curarse mientras sus rivales se entrenan a tope.

Sin embargo, al sueco siempre le han gustado los retos, y por eso aceptó participar en una carrera anual de 90km en Vasaloppet hace dos años, justo antes de que el Covid golpeara.

"Era la primera vez que corría larga distancia y cometí algunos errores. Se me congeló el cinturón de la bebida. Casi no había nieve semanas antes y luego cayeron 10cm por la noche, así que no había pistas. A falta de 80km fue muy duro mentalmente y me alegré de haber completado la carrera".

Modin se apoyará en esa fuerza para llegar a los Juegos Paralímpicos de Invierno y luego al Campeonato Mundial 2023 en su ciudad natal, Ostersund.

Ha sido un largo viaje desde Vancouver 2010 hasta Beijing 2022 y Modin ha visto muchos cambios, incluyendo la financiación de la Federación Sueca de Parasport. Se convirtió en atleta a tiempo completo hace solo un año, después de terminar su Master en Administración de Empresas.

"Es mucho mejor que hace tres años. La financiación ha crecido enormemente y eso es algo que me repercute, ya que tengo que pagar un guía. 

"Me hacía mucha ilusión convertirme en un atleta profesional y luego eran menos competencias, menos campos de entrenamiento y menos viajes que me hacían mucha ilusión".

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Modin revela que su plan original era dejarlo después de los Juegos, pero que la sede del Campeonato Mundial lo ha hecho replantearse.

"Beijing era el final del camino en este plan que establecí hace un par de años. Ahora pienso en el campeonato de mi ciudad. Llevo mucho tiempo haciendo esto. Cada vez soy más exigente en cuanto a cómo deben ser las cosas.

"Quiero saber que puedo concentrarme realmente para llegar a lo más alto y competir con los mejores y eso es lo que me impulsa. Pero quiero reestructurar todo después de Beijing".