Autoaceptación ayuda a Kete a afrontar vida tras perder vista en misterio médico

"He aprendido que soy así, tengo que aceptarme así": Velocista adolescente de Lesoto anima a jóvenes atletas a tener confianza en sus discapacidades y a perseguir sus sueños 15 Feb 2023
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A female runner smiles and raises her right arm in a salute as she comes off the running track.
Hlompho Kete, de Lesoto, ha competido en dos Juegos de la Juventud de la Región 5, en 2021 y 2022, y ha ganado medallas en ambas ocasiones
ⒸAmos Gumulira
By Lena Smirnova | For PARA SPORT

Hlompho Kete, de Lesoto, tenía siete años cuando empezó a perder la vista en un ojo. A los 12, perdió también la vista del segundo ojo. Durante ese tiempo, pasó meses en el hospital mientras los médicos se esforzaban por diagnosticar su enfermedad.

Cinco años después, la causa de su pérdida de visión sigue siendo un misterio.

Ante la oscuridad que la rodeaba y la falta de soluciones, Kete solo podía hacer una cosa. Seguir adelante con su vida.

"Me dije: 'OK, pierdo la vista, bueno, me quedo ciega. Voy a usar un bastón, está bien'", dijo Kete. "Aprenderé a hacerlo, pero luego (mi vista) volvió un poco otra vez. Puedo andar sin bastón. Puedo hacer cualquier cosa".

Kete no solo podía andar sin bastón, también podía correr. 

Esta joven de 17 años compite ahora en carreras de velocidad para atletas con discapacidad visual a nivel nacional e internacional. Ha participado en dos Juegos de la Juventud de la Región 5, ganando medallas en ambas ocasiones.

Un misterio médico

Kete supo que algo iba mal cuando sintió por primera vez molestias en los ojos en 2012.

"Empezó a dolerme y fui al hospital. Pero me dijeron que no sabían qué hacer con mis ojos", dijo. "Dicen que no me pasa nada en los ojos".

Learning to run with a vision impairment was a new challenge for Kete. @Amos Gumulira

Por sugerencia de los médicos, se quedó en el hospital y lo que empezó como una simple revisión se convirtió en una hospitalización de tres meses mientras le hacían numerosos análisis médicos.

Aunque entonces era solo una niña y estaba sola en el hospital, Kete afirma que no sintió miedo ni soledad.

"Era joven y pensé: 'No importa, no pasa nada'", dijo. "No tenía miedo. No lloraba. Disfrutaba en el hospital porque no me veía enferma. No me veía como "estoy enferma", no. Me decía: "De acuerdo, voy a vivir aquí. Voy a subir y bajar a jugar con otros niños". Así de fácil".

Al cabo de tres meses, Kete salió del hospital, aún sin respuesta a sus problemas médicos. Pero una vez en casa, pronto empezó a perder visión también en el otro ojo. 

Fue entonces cuando el deporte entró en su vida.

Corriendo para salir de la oscuridad

Kete había practicado deporte antes de perder la vista, pero no fue hasta 2018 cuando se convirtió en atleta de alta competencia.

Families from southern Africa tend to be extremely protective of children who have disabilities and discourage them from taking part in sports. @Amos Gumulira

Empezar a correr con una discapacidad visual planteaba una nueva serie de desafíos. Kete corre sin guía y depende de otros sentidos, además de la vista, para orientarse en la pista y en las posiciones de los demás atletas.

Empezó con distancias más largas, pero desde entonces se ha pasado a los sprints, que prefiere. 

"Puedo correr distancias largas y cortas", dice Kete. "Pero quiero ser velocista. (Un velocista) tiene que ser una persona que tenga fuerza, que sepa moverse rápido".

Kete se entrena después de clase en un estadio local. Trabajando con un entrenador, ha aprendido a utilizar los tacos de salida y ha notado cómo su cuerpo se fortalecía. 

Learning to accept her impairment was key for Kete to feel confident on the running track as well. @Amos Gumulira

Además de la fuerza física, el deporte también ha aumentado su confianza en sí misma.

"Me ha cambiado mucho", dijo Kete. "Me daban vergüenza mis ojos. Me preguntaba qué iba a decir la gente de mis ojos, pero he aprendido que soy así. Tengo que aceptarme así".

Por la familia y el país

Lesoto es una pequeña nación del sur de África con una población de unos 2 millones de habitantes. Kete vive en la capital, Maseru.

En su familia hay cuatro personas: ella, su madre y sus dos hermanos. Aunque el sobreproteccionismo es un tema común cuando se trata de personas con discapacidad en África, la familia de Kete resultó ser fuera de lo común.

"Vivo en la escuela del pueblo, así que después de clase me quito el uniforme y me voy al estadio", cuenta Kete. "Y ellos se alegran por mí. "¿Cómo vas a correr si no puedes ver? ¿Cómo? Enséñanos a correr". Les dije: 'Es muy sencillo. Se puede correr, aunque no se pueda ver'".

En 2021, Lesoto acogió los Juegos de la Juventud de la Región 5. La familia de Kete estuvo allí para verla competir y ganar una medalla de oro en los 800m femeninos y una de plata en los 400m femeninos.

En la edición 2022 de los Juegos, Kete mejoró aún más, ganando medallas en todas sus pruebas, los 400, 200 y 100 metros femeninos.

Kete has competed at two Region 5 Youth Games, in 2021 and 2022, winning medals in sprint races on both occasions. @Amos Gumulira

"Es muy especial porque, como mi país es tan pequeño, quiero presentar a mi país en todas partes", dijo la atleta. "Lesoto es pequeño. No tiene nada, puedo decir, pero quiero que todo el mundo lo conozca".

Ahora que está firmemente encaminada a enorgullecer a su familia y a su país, el consejo de Kete para quienes quieran hacer lo mismo es que empiecen por aceptar su discapacidad.

"Tienen que aceptarse a sí mismos. Y si tienen la carrera o el talento para hacerlo, que sigan así. Pueden hacer lo que quieran", dijo Kete. "Muchos otros tienen una carrera en el deporte, así que también pueden mantenerla y seguir (adelante). Pero deberían verse a sí mismos como otras personas, en plan "de acuerdo, tengo una discapacidad, pero puedo hacer esto". Deberían ir y hacerlo".