Grande de la Para equitación Lee Pearson avanza al trote hacia nueva etapa de su vida

Lee Pearson lo ha hecho todo: ha ganado 11 medallas Paralímpicas de oro, obtuvo 14 títulos de Campeonato Mundial, fue votado portador de la bandera británica en la Ceremonia Inaugural de Río 2016 y hace cuatro años fue nombrado caballero por sus servicios al deporte y la caridad.

Pero en 2020 el hombre de 47 años se embarcó en su desafío quizás más importante.

“Puede ser una montaña rusa de emociones por momentos. Probablemente sea el peor entre los padres de la escuela”, bromeó el pionero de la Para doma que se convirtió en padre adoptivo por primera vez a mediados de 2020.

Era algo que Pearson venía considerando por muchos años pero no se sentía preparado para hacerlo. Como —en sus propias palabras— un “individuo soltero, de mediana edad, con una discapacidad”, el inglés temía no pasar las exhaustivas evaluaciones. El hecho de ser homosexual también sumaba a su sentimiento de inseguridad.

No tenía de qué preocuparse. Los asesores leyeron páginas y páginas de formularios que él había llenado, y entrevistaron a su familia, amigos y ex parejas. Luego, su principal preocupación era que su profesión no le permitiera el tiempo suficiente para ocuparse de su hijo.

“Les expliqué que generalmente monto uno o dos caballos ya sea por día o a lo largo de dos o a veces incluso tres días en este momento. Así que puedo llevarlo a la escuela y hacer equitación y cualquier enseñanza en el medio y luego estoy listo para volver a la escuela por la tarde también”, dijo Pearson, con una sonrisa de oreja a oreja que indica cuánto le gusta su nueva vida.

El hombre que cosechó tres oros en Sídney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008, más uno en Londres 2012 y otro más en Río 2016 podrá ser nuevo en la paternidad, pero las habilidades que le han dado tanto éxito en la silla de montar le están resultando de incalculable valor.

“Incluso la señora que me evaluó me dijo: “Lee, eres muy instintivo, verdad? Podemos darte todos los libros y toda la literatura y toda la capacitación, pero eres muy instintivo, verdad? Y yo quedé como: «Es muy extraño, yo soy así en el mundo de la doma también»”, dijo.

“No leo sobre cómo entrenar un caballo y no soy la persona más sencilla para entrenar porque son mi instinto y mi talento para el deporte los que me han ganado esas medallas, en realidad”.

Aunque sus padres le enseñaron a abrazar su discapacidad —nació con artrogriposis múltiple congénita, que implica que no puede mover sus tobillos y rodillas— y a “no importarle un bledo lo que la gente piense”, ha habido momentos duros a lo largo del camino.

“Creo que el momento más oscuro de mi vida fue tratar de hacer público y aceptar que no era heterosexual, probablemente. Eso fue muy duro, casi terminal, en verdad”, dijo Pearson, que ha escrito una autobiografía —a publicarse en mayo— titulada “Soy lo que soy”, en la que es abrasadoramente honesto acerca de sus dificultades con su sexualidad.

“Me tomó años asimilarlo yo mismo”.

Como hombre declaradamente gay, estuvo orgulloso de ser el portador de la bandera británica en los últimos Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro.

“Fue un fuerte mensaje para países en los que la gente sigue siendo tratada de manera increíblemente horrorosa por algo con lo que nacen”, dijo.

Espera tener otra chance de mostrar todo lo que es en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020. Admite que el aplazamiento le hizo un “favor”, dándole más tiempo de trabajar con su brillante, pero altamente sensible caballo de primera.

Con la Para doma tornándose cada vez más competitiva a medida que países de todo el mundo se acercan al tan elogiado desempeño británico en el deporte, conseguir más medallas de oro se encuentra lejos de estar garantizado. De hecho, la principal preocupación de Pearson es entrar al equipo Paralímpico de Gran Bretaña.

“Ser seleccionado hoy es casi como ganar una medalla”, bromeó Pearson.

Pero con su hijo a su lado, “agrega una parte a mi vida que faltaba”, dijo Pearson.