Henry Borges y Mariana Mederos, unidos por el judo

Pareja de judocas uruguayos mantiene ilusión de clasificarse por primera vez juntos a los Juegos Paralímpicos 03 Dec 2020
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Henry Borges and Mariana Mederos standing with the Lima 2019 medals hanging on their necks
Henry Borges y Mariana Mederos se subieron al podio en Lima 2019
ⒸKaren y Leo Fotografías
By Laura Couto | For the IPC

La pasión por el judo fue lo que unió inicialmente a los uruguayos Henry Borges y Mariana Mederos, quienes comparten el sueño de competir juntos como pareja en unos Juegos Paralímpicos por primera vez.

“Sería un honor y un tremendo orgullo que juntos podamos clasificarnos y estar en Tokio”, sostuvo Henry, campeón Parapanamericano y tres veces Paralímpico.

“Con Mariana desde que comenzamos este ciclo juntos vivimos con un lema: seguimos buscando lo que nos falta sin dejar de agradecer lo que tenemos. Y sabemos que las cosas imposibles no existen”.

Mariana y Henry están juntos desde hace 16 años. Se conocieron en Cachón, un instituto de rehabilitación para personas ciegas o con disminución visual que había en Montevideo en 2000. Iniciaron una amistad que se fortaleció tiempo más tarde, cuando ambos frecuentaban las actividades de otra institución similar llamada Nexo, con otras opciones culturales. 

En septiembre de 2004, Henry tenía que viajar a Atenas para su debut en los Juegos Paralímpicos y, aunque hacía un mes que no se encontraban, Mariana fue al aeropuerto con otros amigos a despedirlo. Comenzaron su noviazgo a su retorno y se casaron a los dos años. Hoy son padres de Itiana (14 años) y Facundo (9), quienes también hacen judo con ellos. 


EL CAMINO DEL JUDO


Henry comenzó a practicarlo cuando tenía 9 años. Es 3er Dan y profesor en la plaza de Rivera por la Secretaría Nacional de Deportes. Compitió contra judocas convencionales y es el máximo referente del Movimiento Paralímpico uruguayo. Ganó dos medallas doradas en -60kg masculino en los Juegos Parapanamericanos Toronto 2015 y Lima 2019; y ratificó ese galardón en el Panamericano de Judo realizado en Montreal, Canadá, en enero de este 2020. 

Mariana fue y vino varias veces con la práctica de este deporte. “Cuando nos casamos me dediqué a la casa y a los chicos. Antes de que Henry compitiera en Río 2016 fui a ayudarlo a entrenar, era su sparring. Tanto fue el trabajo en conjunto que empezó a entrenarme y a exigirme. Si hoy sueño con una clasificación a Tokio 2020 es por cómo trabajamos”, expresa ella y recuerda su debut competitivo en el certamen de Canadá. “La idea era debutar en Lima 2019, pero no se pudo. El apoyo de él es clave para que confíen en mí. Mal no me fue, gané la medalla plateada”.


OBJETIVO TOKIO


“No sólo como judocas, sino como familia, poder clasificarnos juntos a los Juegos Paralímpicos sería un sueño. Para cualquier deportista estar en los Juegos Olímpicos o Paralímpicos es una de las experiencias más buenas que te pueden suceder. Y es más hermoso aún hacerlo con la persona que uno decidió compartir su vida”, reconoce Borges cuando habla de la posibilidad de representar juntos a Uruguay en los Juegos de Tokio.

Y el anhelo tiene un sustento deportivo concreto. Henry ocupa la posición número 11 y Mariana la 14 en sus respectivas categorías. 

Las expectativas de él también se basan en el trabajo y la madurez logrados en esta etapa de su vida. “El sueño es ganar una medalla, esta vez siento algo diferente, siento que serán mis Juegos. Si sumo la experiencia, la agilidad que tengo, cómo me muevo en el tatami, siento que Tokio nos va a dar una medalla”.  

 

EL SUEÑO MÁS ALLÁ DEL SUEÑO


“El sueño más allá de Tokio es abrir una escuela de judo Paralímpico en nuestro país. En los grupos en los que damos las clases hay personas ciegas y hay muchas más con disminución visual. Para eso necesitamos un espacio adecuado, el tiempo y los cuidados necesarios. Cuando nos retiremos queremos dejar nuestra huella y que otros sigan con el legado. No queremos que se pierda la bandera del judo Paralímpico en Uruguay”, revela Maderos. 

Henry cierra: “Sé que nosotros vamos a terminar con el pelo lleno de canas y de la mano, recorriendo juntos este camino”.