La leyenda australiana Louise Sauvage revive el pasado mirando el futuro

Pocos atletas pueden tener una mejor perspectiva global de los Juegos Paralímpicos que la leyenda australiana Louise Sauvage. La corredora en silla de ruedas es quizás la más renombrada Para atleta de Australia.

Comenzó su camino Paralímpico a la temprana edad de 19 años en Barcelona 1992 —y retornó con tres medallas de oro— . Cuatro doradas les siguieron en Atlanta 1996. Más tarde en suelo nativo en Sídney 2000 obtuvo un emotivo par de oros.

También después del retiro Sauvage decidió retribuir al deporte. Como entrenadora se encuentra profundamente involucrada con el actual plantel de corredores de pista australianos mientras se preparan para dirigirse a Tokio 2020. Sauvage también ha sido designada embajadora de Disability Sports Australia para generar conciencia y promover el deporte con discapacidad física en el país.

ASCENSO DEL MOVIMIENTO PARALÍMPICO

Los Juegos Paralímpicos han recorrido un largo camino en ese tiempo.

“Los Juegos han cambiado enormemente en términos del reconocimiento que los atletas reciben, las oportunidades de patrocinio y la perspectiva comercial de los atletas — lo cual es absolutamente brillante— ”, dijo Sauvage. “El respeto que tienen y la forma en que los deportes han crecido han sido fantásticos”.

Sauvage ayudó a que ello ocurra, comenzando en 1992. “Yendo a mis primeros [Juegos] Paralímpicos, pude realmente observar de qué se trataba mi deporte, y quedé cautivada. De niña, no tenía idea de qué eran los [Juegos] Paralímpicos”, dijo.

“Pienso que mucha gente la tiene difícil para encontrar su lugar en la vida, así que fue espectacular encontrarme con este mundo y pensar: ‘Pertenezo aquí’. Ahora quería ser la mejor”.

Su triple cosecha de oro en los 100m, 200m y 200m TW4, generó asombro. “En cada Juego Paralímpico, nunca sabes quién aparecerá y sorprenderá a la gente. En 1992,¡fui yo! Surgí de la nada. Pero sabía antes de los Juegos que tenía muchas chances”.

Atlanta fue diferente: se esperaba de Sauvage que dominara. Y así lo hizo, ganando los 400m, 800m, 1500m y 5000m. “Fue alucinante”, dijo. “Fui por las distancias más largas, y me gusto el desafío y la táctica de esas pruebas. Las finales de 400m y 5000m se disputaron con solo un par de horas de diferencia, así que eso fue muy loco. Recuerdo intentar enfriarme, pero no demasiado, antes de tener que calentar nuevamente”.

“Pero mi principal recuerdo de Atlanta es la ceremonia de cierre. Una de mis amistades llevó la antorcha Paralímpica, y recuerdo pensar: ‘Me encantaría hacer eso en Sídney’. Y, sabes, lo hice”.

SÍDNEY – EL PUNTO DE INFLEXIÓN

Sídney permanece como un enorme punto de inflexión para el Movimiento Paralímpico, según Sauvage. “Puede que sea parcial, pero realmente creo que Sídney fue el mejor Juego Olímpico y Paralímpico de todos los tiempos”, dijo. “Y para los atletas paralímpicos, fueron los Juegos que mostraron cómo los atletas debían ser tratados. Se ha ido sumando fortaleza tras fortaleza desde entonces, y estoy muy orgullosa de lo que hicimos en Sídney”.

“Personalmente, también, los Juegos fueron fenomenales. Un Juego en casa es el momento culminante de la carrera de cualquier atleta. Quería ganar frente a una multitud local. Y fue la primera vez que mi familia y amigos pudieron acompañarme y ver de qué se trataba. Atletas de todo el mundo de pronto ocupaban los titulares de los medios. La atmósfera era simplemente fantástica”.

Sauvage piensa que hay más gloria por venir para los australianos en 2020. “El equipo de pista y ruta en silla de ruedas luce muy fuerte”, dijo. “No puedo esperar a llegar allá y poner manos a la obra. Tenemos grandes atletas que se destacarán y serán una amenaza, como Sam Carter, Luke Bailey, Angie Ballard, Madison de Rozario y Eliza Ault-Connell. Han trabajado muy duro”.

La ex estrella de la pista ama entrenar tanto como amaba correr. “Disfruto muchísimo de ello”, dijo. Participar del camino de otra persona no tiene precio. Creo que es fantástico intentar ayudar a otros a conseguir sus metas y sus sueños. Es un trabajo fantástico”.