Lisbeli Vera relata cómo el Para atletismo le cambió la vida

Lisbeli Vera Andrade es reconocida actualmente como una de las mejores Para atletas del mundo y la gran esperanza venezolana de cara a los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.

Nacida sin parte de su brazo izquierdo, la joven de 19 años debió sin embargo sortear muchas dificultades desde su infancia hasta alcanzar el éxito actual, en particular la incomprensión de las personas. 

“Cuando iba a la escuela se burlaban de mí porque me faltaba esa parte del cuerpo, eso me hizo sentir diferente desde siempre. Me encerraba en mi casa y decía que no quería salir”, cuenta.

“Cuando me hacían bullying, a veces no le prestaba atención porque lo único que hacían era hacerme sentir mal. Me decían que me faltaba un brazo… Estas bromas empezaron en la escuela como a los cinco o seis años cuando entré a primer grado”. 

“Las maestras los regañaban, los mandaban a dirección o les decían que era igual a todos, que aunque tuviera una discapacidad era igual a todos, que era como ellos, que mi discapacidad no me impedía ser igual a ellos”. 

“Desde pequeña viví con mi abuela y mi abuelo. No les decía nada de lo que me pasaba en el colegio.

Ellos se enteraban de que me hacían bullying cuando había peleado con algún compañero o cuando los profesores pasaban por la casa y se los decían”. 

Sin embargo, Vera sostiene que esos malos momentos también la robustecieron y forjaron su futuro.

“Esas bromas me hicieron madurar porque sabía que en algún momento iba a tener que enfrentar la vida, que no siempre me iban a proteger y que tenía que valerme por mí misma”.

Tan fuerte fue su convicción que, cuando el deporte llamó a su puerta, no lo dudó.

Inicios en el Para atletismo

En su pueblo natal de San José, Vera Andrade solía hacer educación física en la escuela. Practicaba atletismo simplemente si participaban de algún evento interescolar. Fue de manera un poco fortuita que un entrenador reconoció sus habilidades y la introdujo al Para atletismo.

“Me descubren en una carrera callejera. Allí había varios entrenadores, y en ese lote, estaba el profesor Leonel Cabezas: él fue el que me vio y me recomendó con mi entrenador Isidro Barthelemy”, sostuvo.

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Motivada por ello, decidió irse de la casa donde vivía con su familia desde siempre y viajó a la ciudad de Maracaibo para comenzar los entrenamientos. “Fue allí que me metí de lleno en el atletismo”, dijo Vera, quien se hospedó con su tío Erbenis Andrade.

“Cuando llegué al atletismo era muy tímida, no hablaba con nadie, solamente con mi profesor, que fue Isidro Barthelemy. No le dirigía la palabra a nadie, era muy guardada para mí, pues. Todo lo que hacía, era sin nadie, yo sola”. 

“Para que yo ganara confianza gracias al deporte no fue más que cuestión de tiempo. Mi entrenador me decía que no fuera tan tímida, que hablara con los muchachos, que me abriera. Fue cuestión de dos meses cuando empecé a tomar más confianza, empecé a entrenar con ellos porque a mí me mandaban a hacer las carreras y las hacía sola. Solo fue cuestión de tiempo, que yo me adaptara a ellos. 

Vera lloraba porque extrañaba a su familia más cercana pero su convicción de que este era el camino correcto la mantuvo en este camino.

Llegan las victorias

Los Juegos Parapanamericanos Juveniles Sao Paulo 2017 representaron el debut internacional de Vera, quien participó de las pruebas de velocidad T47.

“A partir de ese momento, mi vida cambió bastante. Nunca pensé en llegar a ser parte de la Selección Venezuela en algún deporte. Y fue una demostración de que aquello que decía la gente de mi era mentira. Siempre pude salir adelante de las malas situaciones y luchar por mis sueños”, recuerda. 

Y las alegrías no terminaron allí. Vera continuó mejorando y obtuvo el título Parapanamericano en los 400m T47, además de sendas platas en 100m y 200m, en Lima 2019. A eso les sumó dos bronces en el Campeonato Mundial Dubai 2019.

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Elsa Antúnez, leyenda del atletismo venezolana e ídola deportiva de Vera Andrade, destacó a la joven Para atleta: “Sabía que tenía unas condiciones extraordinarias; además, mucha dedicación y fortaleza. Siempre la comparé conmigo porque tiene mucho coraje al momento de competir”.  

“Sé de ella desde que llegó a Maracaibo. Como conocía el pueblo, me interesó mucho desde el principio y el entrenador me daba informe de todo, por ser yo la coordinadora general de deporte de la universidad. Para mí, ella es fenomenal, no hay otra palabra”.  

Próximo objetivo: Tokio 2020

Apoyada en sus recientes resultados, Vera Andrade sueña en grande mientras se entrena duramente para los Juegos Paralímpicos. 

“Lo primero que quiero es dejar bien alto mi país. Y también ganar las tres medallas en las pruebas (correrá en 100m, 200m y 400m T47); en realidad quisiera que fuera la dorada, pero sé que es muy difícil”.