París 23: Baile de victoria de Salum Ageze Kashafali contagia amor

Cuando Salum Ageze Kashafali sale a la pista, el estadio se convierte en una enorme pista de baile. El velocista noruego, campeón Paralímpico y mundial, hace algunos pasos de baile antes de respirar hondo y caminar hacia los tacos de salida. Comienza la carrera y él acelera. Cruza la línea en primer lugar y lo celebra con otro baile. La rutina que se hizo famosa en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 se exhibió de nuevo en París cuando ganó el título mundial masculino de 100m T13.

Solo baile

El miércoles 12 de julio, en el Estadio Charlety, el público lo aplaudió con un rugido cuando cruzó la línea de meta con un récord mundial de 10,45 segundos, 0,37 segundos por delante del brasileño Fabricio Barros.   

"No puedo describirlo. Es una sensación increíble. Es la primera vez que compito en Para atletismo con tanta gente", dijo Kashafali tras su carrera. 

"Intenté alimentarme de toda la energía. Puedes ser todo lo bueno que quieras, pero si no tienes esa energía del público, ese calor, no puedes correr tan rápido".

Antes de las carreras, dice que bailar es su forma de relajarse y recordar que siempre hay que divertirse, lo que le funciona especialmente cuando está nervioso en la sala de espera.  

"Cuando estoy nervioso intento bromear con mis colegas. Llamo colegas (a los otros atletas). Intento bromear con ellos y hacerlos bailar y reírme de ellos de forma divertida", dijo. "Es importante ser positivo, no estar tan serio. Solo estamos compitiendo 100 metros, ¿sabes? 

"Algunos me miran (como si fuera) gracioso y otros dicen "Sí, sí, vamos Salum". Y así es conmigo". 

Después de la carrera, bailar es una forma de celebrar su victoria.

"Siempre estoy bailando y eso me hace feliz", dice. "Vengo de un entorno con mucha cultura, música y baile. Bailar me devuelve a mis raíces y es la manera de mostrar mi felicidad. 

"Esa es la manera de hacerlo: difundir el amor". 

Descubriendo el Para deporte   

Kashafali pasó su infancia en la República Democrática del Congo, devastada por la guerra, y recuerda que hubo momentos en los que él y su familia "luchaban por sobrevivir".  

Finalmente, él y su familia escaparon de los disturbios y se establecieron en Noruega. Pero ha permanecido cerca de sus raíces. 

Empezó a competir en atletismo y tuvo éxito muy pronto, compitiendo en los campeonatos nacionales de Noruega. Pero un día de 2017 se despertó y se dio cuenta de que había perdido casi toda la visión. Se sometió a múltiples pruebas antes de que le dijeran que tenía la enfermedad de Stargardt, una rara afección ocular.  

Un año después, conoció el Para atletismo.

“Para sports changed my life. It showed me that I could still be a part of sports, it showed me that I could still be a part of the track and field that I loved,” he said.  

"Me demostró que todavía tenía un lugar en la comunidad. Me devolvió la alegría y el sentido del valor como persona un año después de perder la vista".

El éxito mundial no tardó en llegar, ya que Kashafali ganó la medalla de oro en su debut paralímpico en Tokio 2020, con un tiempo de 10,46 segundos para subir a lo más alto del podio en los 100m T12 masculinos.

Pista de baile en París 

El año que viene, espera volver a celebrar sus logros con un baile especial en el Stade de France, la sede del Para atletismo en París 2024.  

Y quiere mostrar sus movimientos ante una multitud, dado que los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 se celebraron sin espectadores debido a la pandemia de COVID-19. 

Por ahora piensa en el día a día.  

"Intentaré hacer lo importante hoy para poder manifestar lo que se manifestará el año que viene", dijo Kashafali.

"Por supuesto que tendré algo especial el año que viene. Será una sorpresa", dijo el atleta Paralímpico sobre sus pasos de baile en París. "Tengo ganas de salir ahí fuera e intentar hacer crecer este deporte". 

Sigue la acción de París 23 a través de los canales de YouTube y Facebook de Paralympics, además de los resultados en directo en la página web de World Para Athletics.