Lecciones de vida dejan su marca en Young

La estrella estadounidense busca inspirar a otros 02 Jun 2019 By World Para Athletics

Cuando los tiempos se ponen difíciles para Deja Young, ella sólo mira a su muñeca como recordatorio de los eventos del pasado y como clave para el futuro.

La doble campeona mundial y Paralímpica tiene allí un tatuaje con tres simples palabras: 'just keep going' (solo sigue adelante). 

Es un mantra que sigue la atleta T47 estadounidense de 22 años mientras se prepara para el Campeonato Mundial 2019 en noviembre, ya que los últimos tres años no sólo han sido fuente de triunfo y celebración, sino que también han sido una prueba de su salud mental y su fuerza interior.

Previo a los Juegos Paralímpicos Río 2016, Young batallaba contra la ansiedad y la depresión.

“No tengo problema en admitir que tuve un intento de suicidio antes de los Juegos”, reflexionó.

“En ese momento estaba sola y pensando: ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué estoy aquí y cuál es mi propósito? Y realmente tenía que averiguarlo".

“Pero cuando llegué a los Juegos encontré mi propósito; supe dónde quería estar, qué es lo que quería hacer".

La atleta nacida en Texas volvió a casa con dos títulos Paralímpicos tras ganar el oro en 100m y 200m T47, pero no fue mucho antes de que tuviese que enfrentar su próximo obstáculo significativo. 

Accidente y éxito en Londres

Young se vio envuelta en un serio accidente de tránsito alrededor de tres meses después de los Juegos. Manejando de regreso desde la universidad en Kansas hacia la casa de su familia en Texas, su auto patinó en el asfalto lluvioso y rodó hacia una zanja.

Sus heridas fueron tan severas (tuvo un desgarro en su muñeca derecha y se fracturó la izquierda, dejándola sin poder usar ninguno de sus brazos), que tuvo que terminar el siguiente semestre en casa.
 
“Mi hermosa madre me alimentó, me bañó, e hizo todo por mí porque yo no podía usar mis manos”, dijo Young, quien finalmente volvió a las pistas en mayo, dos meses antes del Campeonato Mundial Londres 2017.

“Fue un largo proceso y muy agotador mentalmente. Atravesé una muy profunda depresión y fue muy duro. Así que cuando llegué a Londres para el Campeonato Mundial no sabía qué podía esperar. Era un manojo de nervios".

Young no tenía de qué preocuparse. Defendió sus títulos globales tanto en los 100m como en los 200m T47, adjudicándose otro importante doblete en pruebas de velocidad en su segundo año de Para atletismo.

“Fue absolutamente increíble, y lo mejor de todo fue tener a mi mamá en la tribuna, ya que ella sabía por todo lo que había tenido que pasar y lo quebrada que estaba".

Young se siente merecidamente orgullosa de lo que consiguió, tanto dentro como fuera de la pista. Y está determinada a ayudar a otros que están sufriendo de la misma manera.

“Miro hacia atrás a la persona que solía ser y es como la noche y el día”, explicó.

“Me gusta decirle a la gente que cuide de su cuerpo para poder mantenerse saludables. Tu mente es lo mismo. Tu mente necesita ser alimentada con cosas positivas. Los dos necesitan estar saludables para tu funcionamiento".

“Lo que me sacó adelante fue enfocarme en mi amor por el atletismo. Renunciar a ello no era una opción, ya que me había llevado lejos y podía llevarme más lejos todavía”.

“Sabía que mi historia no sólo podría ayudarme a mí sino ayudar también a otros. Eso es uno de mis grandes objetivos. Quiero hablar de salud mental, de romper barreras".

Récord mundial

Young ahora está cosechando las recompensas de su fuerza mental y física y tiene récords mundiales en la mira también.

Tras unirse a tiempo completo al grupo de entrenamiento de Joaquim Cruz, reside en el Centro de Entrenamiento Olímpico de Estados Unidos en Chula Vista, California.

“Ahora estoy tan enfocada en entrenar, algo que es realmente diferente, y estoy muy emocionada por cómo se refleja en mis actuaciones y mi competencia”, dijo Young, quien compitió en el Grand Prix de Arizona el mes pasado y ya marcó récords nacionales en sus tres eventos (100m, 200m y 400m T47), tras empezar su temporada a comienzos de marzo.

“Puedo ver la diferencia en mi cuerpo y estoy corriendo más rápido que el año pasado. Estoy buscando el récord mundial en los 100 metros. Ha pasado mucho tiempo".

“Yo registré la marca (11.95, establecida por la cubana Yunidis Castillo en 2012), pero fue en condiciones de mucho viento o en citas no oficiales, así que yo pensaba ‘este es mi año’. Está llegando. Sé que está ahí, sé que lo tengo en mi, así que realmente estoy esperando poder demostrar lo que tengo este año".