Un día inolvidable para la iraní Hashemiyeh Motaghian Moavi

Fue el día que la Para atleta iraní Hashemiyeh Motaghian Moavi había soñado por años.

La lanzadora de 35 años dio un ejemplo para las mujeres de su país al alcanzar el oro en el lanzamiento de jabalina F56 en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 con un lanzamiento récord mundial de 24.50m.

Quien terminó segunda fue la brasileña Raissa Rocha Machado (24.39m) y Diāna Dadzīte de Letonia (24.22m) fue tercera.

Las lágrimas brotaban de los ojos de Moavi mientras se reproducía el himno nacional iraní durante la ceremonia de medallas. Nunca había experimentado algo igual y aun se encontraba sobrepasada de emociones al entrar a la zona mixta.

“No sé qué decir. No tengo palabras. Pasaron muchas cosas por mi mente que no puedo decir. No sabes cuánto significa este oro para mí y mi familia y el país entero”, dijo una muy emocionada Moavi, con la ayuda de un intérprete.

Moavi, que participó de sus segundos Juegos Paralímpicos, se quedó afuera del podio en Río 2016 y ese cuarto puesto le dolía mucho.

“Río fue mi primer Juego, pero estuve muy cerca de ganar una medalla allá. No quería perdérmela de nuevo en Tokio. Di todo lo que tenía ahí afuera. Estaba caluroso y húmedo, pero mantuve el foco. Diría que todo mi trabajo duro dio resultado”, dijo Moavi, que comenzó con registros de 22.94m y 22.98m antes de sacar un sensacional lanzamiento de 24.50m en el tercer intento. Se la vio gritando con todas sus fuerzas al darse cuenta de que había marcado el récord mundial.

Moavi ha sido afortunada de tener una familia que ha estado firme a su lado apoyándola. Y como es de esperar fue puro elogio para ellos.

“Esta medalla es primero para mi familia, hermanos, hermanas, mis padres, especialmente mi madre. Gracias a ella por tratarme normal y darme todo el apoyo que quería. Nuestro gobierno y todas las personas asociadas con el Para deporte en Irán han sido igualmente merecedores de todos los elogios. Si no hubiera sido por cada uno de ellos, no estaría aquí”, dijo Moavi, que invitó a todos a creer que sus hijos son capaces de hacer cualquier cosa y a apoyarlos.

“Hoy estoy contenta de dar el ejemplo y abrirá las puertas para muchos niños allá en casa. Muchos de nosotros que nos quejamos de cuánto hemos perdido o de nuestras discapacidades físicas, diría que si eres fuerte mentalmente entonces puedes conseguir cualquier cosa. Lo primero que uno necesita es sacar esa tristeza de su vida y encontrar las maneras de ponerse en movimiento y sobresalir. La voluntad de hacer algo y estar feliz y alegre es lo más importante”.

Aunque Moavi está entusiasmada por la gran ceremonia que la espera de regreso a casa, se ocupó de aclarar que todavía hay más por venir.

“Espero con ansias la bienvenida que recibiremos y encontrarme con mi familia. Será un momento especial y quiero atesorarlo por el resto de la vida. Luego estaré empezando mi entrenamiento en unos días y seguiré empujando con fuerza y tratando de establecer nuevas marcas en el banco.

“Los Juegos Asiáticos próximos serán el escenario perfecto para construir sobre la base de este éxito antes de apuntar a París”, dijo Moavi irradiando confianza.