Birgit Skarstein, campeona de Tokio 2020, se ha centrado en esquí

Después de ganar una medalla de oro en remo en Tokio 2020, Birgit Skarstein se ha centrado en el Para esquí de fondo en Beijing 2022 - y dice que su amor por el baile es la clave para alternar entre los dos deportes. 

La noruega, de 33 años, consolidó su estatus de chica del Para deporte en su país cuando subió al podio en la prueba de remo individual PR1 el pasado agosto, pero considera que su participación en el programa de televisión Skal vi danse? (¿Bailamos?) es igual de importante a la hora de cuestionar las percepciones sobre la discapacidad.

Skarstein cautivó a los espectadores cuando se convirtió en la primera persona en silla de ruedas en participar en la versión noruega del concurso de baile de famosos Dancing with the Stars.

"Fue increíble, me encantó", dijo.

"Me encantó poder pensar de forma diferente, me encantó sorprender y sumergirme en todos los estilos de baile diferentes, creando algo.

"Todos los niños que me seguían hablaban de "la princesa del vestido dorado", no de la princesa en silla de ruedas. Los niños son fantásticos porque no tienen prejuicios.

"Incluso antes de participar en Skal vi danse..., la gente se me acercaba para preguntarme si podían grabarme bailando porque querían enseñárselo a un amigo que decía que no sabía bailar. Es súper importante mostrar que por supuesto que se puede, solo hay que intentarlo.

"No es difícil ver tus límites. Pero es más divertido ver tus posibilidades y centrarte en lo que puedes hacer".

Y Skarstein dice que el riguroso régimen de entrenamiento al que se sometió para el programa de televisión ha dado sus frutos al pasar de remar a atacar las curvas del recorrido de esquí.

"He ganado mucho en comprensión y control del cuerpo, lo que es beneficioso.

"Soy rígida y fuerte. Soy un bulto de músculos. Eso es lo primero que me dijo mi pareja de baile: "Solo tienes músculos, nada de flexibilidad".

"El baile me dio un entrenamiento general de flexibilidad y precisión".

Con su éxito en Tokio, Skarstein hizo realidad una ambición por la que había trabajado incansablemente desde que una intervención médica fallida tras un accidente la dejó paralizada de cintura para abajo.

Se describe a sí misma como "una remadora que esquía", siendo este último su deporte secundario, a pesar de competir en sus terceros Juegos Paralímpicos de Invierno.

Aunque siempre se esfuerza mucho -pasó cinco meses en las montañas noruegas entrenando esquí sentado tras regresar de Japón-, Skarstein dice que la presión desaparecerá cuando compita en las pruebas de velocidad sentada femenina, media y larga distancia en el Centro Nacional de Biatlón de Zhangjiakou.

"Beijing será una práctica para no ser perfeccionista en todo. Eso no te da una buena vida. Saldré a dar lo mejor de mí y a divertirme. Creo que eso es súper importante".