Canadiense Mike Trauner en misión para Tokio

Piragüista Paralímpico fue declarado clínicamente muerto dos veces como soldado en Afganistán 27 Mar 2021
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Man in a va'a boat
Mike Trauner espera conseguir una plaza para Tokio 2020
By Teddy Katz | For the IPC

Nota del editor: Esta historia tiene contenido gráfico que algunos lectores podrían encontrar perturbador. Se recomienda discreción.

El canadiense Mike Trauner nunca ha estado en unos Juegos Paralímpicos, pero ya ha ganado una medalla que pocos pueden ostentar.

En 2009, el gobierno canadiense le concedió a Trauner la Medalla al Valor Militar por su servicio en Afganistán. El 18 de septiembre de 2008, su vehículo sufrió una emboscada y fue alcanzado tres veces por granadas propulsadas por cohetes, la última de las cuales no le impactó en la cara. Con la vida de sus compañeros en peligro, Trauner se subió a su vehículo y disparó una y otra vez. La Medalla al Valor destacó sus “acciones altruistas y tenaces” de aquel día. 

Pero ese fue solo el comienzo del extraordinario camino de Trauner hacia los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.

Dos meses después de ese ataque en 2008, Trauner estaba patrullando a pie cuando pisó un artefacto explosivo improvisado.

“La explosión me levantó y me lanzó por los aires. Una bomba que intentaba matarme me salvó en cierto modo”, recuerda Trauner. 

Lo salvó porque pudo esquivar enormes trozos de metal entre los escombros. Pero todo su cuerpo ardía. Estaba quemado de pies a cabeza. Dice que los otros soldados “estaban literalmente sosteniendo mis arterias cerradas para que no me desangrara”.

Fue declarado clínicamente muerto dos veces y tuvo que ser reanimado, una vez en Afganistán y otra en un hospital militar de Alemania. Trauner acabó perdiendo las dos piernas en la explosión.    

Cuando por fin se despertó en el hospital, recuerda lo primero que le dijo a Leah Cuffe, su mujer: “Le dije “te quiero”, pero también “lo siento”, porque en mi mente había cambiado todo en nuestras vidas”.

Su mujer dijo: “No esperaba eso de Mike.  Pero así es Mike, pensando en los demás incluso en un momento así”.

La pareja pasó 14 meses en rehabilitación en un hospital de Ottawa. Hubo muchos momentos difíciles tanto física como mentalmente, ya que Trauner se sometió a 18 cirugías, 18 transfusiones de sangre y se enfrentó a problemas de salud mental y depresión.

“Sentía que había perdido su propósito”, dijo Cuffe, especialmente después de que las explosiones lo obligaron a retirarse del ejército.

NUEVOS COMIENZOS A TRAVÉS DEL DEPORTE

Trauner redescubrió su propósito a través de los Juegos Invictus, un evento multideportivo internacional para atletas heridos o lesionados fundado por el príncipe británico Harry. 

De hecho, Trauner conoció al príncipe Harry en un acto con los medios antes de los Juegos, que se celebraron en Toronto en 2017.

“Él (el príncipe Harry) me ofreció la oportunidad de competir en los Juegos Invictus para mi país.  Ya sabes, lo único que quería era volver a llevar el uniforme, pero después de retirarme (del ejército), no creía que fuera a ser posible. Unirme al equipo de Canadá me permitió eso”.

Trauner ganó dos medallas de oro en remo en esos Juegos. Dos meses después, hubo un evento de búsqueda de atletas Paralímpicos en Toronto. Aunque Trauner superaba el límite de edad, Cuffe lo animó a ir de todos modos.

EL CAMINO PARALÍMPICO

Uno de los entrenadores de piragüismo lo había visto competir por televisión en los Juegos Invictus y pensó que Trauner sería perfecto para su deporte.

Ahora se entrena tres veces al día, seis días a la semana. Durante la pandemia de COVID-19, se entrenó en su sótano con Cuffe como entrenadora.

“Me comprometí al máximo en el ejército. Ahora he trasladado esa habilidad. Estoy completamente comprometido con mi deporte”, dijo Trauner.

Espera competir en el evento VL3 va’a este verano en Tokio, la primera vez que la disciplina tendrá lugar en los Juegos Paralímpicos. La va'a es una canoa con estabilizador que tiene un pontón llamado “AMA” que sirve de flotador de apoyo.  

Trauner todavía tiene que conseguir una plaza para Canadá, pero tiene la vista puesta en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 y luego en París 2024. A veces se pellizca a sí mismo para ver si está viviendo un sueño.

“Parece una película. No parece real. Es una locura las cosas que nos han pasado en estos años a Leah y a mí, las cosas que hemos pasado”.

“Me encanta que los niños se acerquen a mí y me hagan preguntas sobre mis prótesis y me pregunten sobre ser un soldado y ahora un atleta”, continuó.

Cuando se le preguntó lo orgullosa que está, su mujer respondió: “Infinito. Orgullosa ni siquiera alcanza a describirlo”.