Iñigo Llopis busca su mejor forma con miras a Tokio 2020

Nadador español comparte su rutina de entrenamiento durante cuarentena 13 Jul 2020
Imagen
Male swimmer takes his mark on the block
Iñigo Llopis ganó bronce en 100m espalda S8 en Londres 2019
ⒸIPC
By Santiago Menichelli

Ni siquiera la pandemia de COVID-19 ha disuadido a Iñigo Llopis de entrenar y de sus ambiciones de obtener una medalla. El nadador español de 21 años apeló a su propia creatividad para mantenerse en forma antes de su principal objetivo: los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.

“Al principio pusieron unas franjas horarias para que la gente pudiera salir y hacer deporte, pero los atletas de alto nivel podíamos salir a la hora que quisiéramos. Intento evitar ir a nadar cuando está todo el mundo en la playa”, explicó Llopis. 

"Algunas personas se sorprendieron pensando: '¿qué está haciendo este chico a estas horas?'"

Llopis, cuya ciudad natal es San Sebastián, estaba entrenando en un centro deportivo en Madrid antes del brote de COVID-19.

“Tenía que dar un paso más de sacrificio y compromiso y decidí volver a Madrid en este año Paralímpico. En San Sebastián entreno muy bien, pero tengo más distracciones, sobre todo con los amigos, porque vamos quedando en juntarnos o hacer cosas. En Madrid no tengo tantos amigos ni familia y estoy solamente centrado en eso”.

Sin embargo, al empeorar la situación, tuvo que cambiar de planes y regresar a San Sebastián.

“Estuve trabajando en seco, como le decimos nosotros, en el garaje de mi casa. Pude montar un pequeño gimnasio para poder seguir trabajando y estar lo mejor posible cuando pudiera volver al agua, con un poco de bicicleta fija, un poco de remo, con material que nos ha cedido el Comité Paralímpico Español”.

“La verdad es que, si no, me hubiera vuelto loco. Si bien es cierto que al principio tuve el aliciente de estar en casa, con la familia y eso hizo que las primeras semanas fueran un poco más fáciles”.

Fue a principios de mayo cuando le dieron permiso para entrenar en el mar. “Tengo la suerte de que aquí en San Sebastián tenemos playa y he podido ir allí, porque las piscinas aún no están abiertas”.

“Claro que prefiero la piscina porque puedo trabajar mejor para el objetivo de competir a alto nivel, pero en la playa he disfrutado bastante. San Sebastián es precioso y la bahía más todavía. Después de estar tanto tiempo fuera, estar en la playa de mi casa está muy bien”.

 

Más competitivo que nunca


Llopis se ha centrado en mejorar en espalda después de darse cuenta de que tenía un gran potencial en ese evento.

“En 2018 probé con espalda y vi que había posibilidades tanto de mejorar como de conseguir un buen puesto en el ranking a nivel mundial, y a partir de entonces empecé a entrenarlo más”, dijo.

Esto rápidamente dio sus frutos ya que obtuvo la plata en los 100 metros espalda S8 en los Campeonatos Europeos y el bronce en los Campeonatos Mundiales de 2019.

Otro evento en el que se siente fuerte es en los 400 metros libres. En los Campeonatos Mundiales del año pasado, sin embargo, no pudo sobresalir en esta disciplina. 

“Tuve una lesión antes, a un poco más de un mes de la competencia. No me dio el tiempo para preparar una prueba de fondo como la de 400. En 100 espalda sí llegué bien y llegué fuerte, porque no me hacía falta tanta preparación. En el Mundial hice seis segundos más que lo que tenía como mejor marca”.

Llopis se considera ahora un atleta mucho más maduro que cuando debutó en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, con sólo 17 años. 

“Eran mis primeros Juegos e iba flipando, todo era nuevo y me parecía una pasada. Estaba un poco más pendiente de todo lo que son los Juegos y todo eso influye al momento de la competición. Ahora, después de cuatro años de mucho trabajo, estoy a un nivel de competitividad más alto y aspirando a más”.

Pasión por el fútbol

Fue a raíz del fútbol que conoció la natación. “A los 11 años, estaba jugando al fútbol en el colegio y un día entrenando me rompí la pierna en la que tengo la discapacidad. Empecé a modo de rehabilitación y después de empezar a entrenar y a competir me gustó y ahí me quedé”.

En 2010 empezó a competir a nivel nacional, pero debió esperar cinco años para su primer evento internacional. En el Campeonato Europeo Junior 2015 en Croacia, se presentó de manera estruendosa: volvió a casa con seis medallas de oro.

A la par de su carrera como nadador, el atleta vasco completó el nivel inicial del curso de entrenador nacional de fútbol. “Es un deporte que me gusta bastante. Tengo la opción de hacer más niveles, pero este año, como eran los Juegos Paralímpicos, lo dejé para centrarme en entrenar”.

El fútbol siempre ha representado una fuerte atracción para Iñigo Llopis. Se trata de una pasión con raíces familiares: su padre, Luis, es un conocido entrenador de porteros de fútbol que dejó su marca en varios clubes de la poderosa liga de España, entre ellos el Real Madrid.

“Es verdad que desde pequeño me ha gustado todo lo que me ha enseñado mi padre de los porteros, y me tira mucho. En portería se me da mejor. Cuando tuve la lesión —que derivó en su ingreso al universo de la natación—, fue un balón que centraron, despejé y el delantero cayó en mi pierna. Yo estaba como portero”.