La británica Natasha Baker usa los sonidos correctos como “encantadora de caballos”

En un deporte en el que los jinetes apelan a un lenguaje especial de apretones y toques para persuadir, alentar y dar instrucciones a sus caballos, la cinco veces medallista de oro Paralímpica Natasha Baker ha dominado un método de comunicación único.

Dado que tiene un daño permanente en el nervio espinal que le imposibilita usar sus piernas, se comunica con Keystone Dawn Chorus, conocida como Lottie, por medio de la voz.

“Normalmente, un jinete sin discapacidad usaría mucho sus piernas para pedir al caballo que se impulse hacia delante, y yo no puedo usar mis piernas en absoluto”, contó Baker al Servicio de Información Olímpico.

“Básicamente no puedo usar mi cuerpo de la cadera para abajo. Así que entrené a todos mis caballos con mi voz. Así que cuando un jinete sin discapacidad apretaría sus piernas, yo uso un ruido, una palabra o un sonido. Al no poder comunicarte con el caballo de una forma convencional, tienes que compensarlo sobre la marcha, y descubrir qué funciona para ese caballo”.

Baker siente que su método resulta en un vínculo emocional aún mayor entre caballo y jinete.

“Dado que Lottie debe entenderme en ese nivel, ella es mi único foco de atención. Le dedico todo mi tiempo y toda mi energía a ella, porque tenemos que tener una conexión muy profunda”.

“Me siento sobre un animal de casi tres cuartos de tonelada que tiene sus propios pensamientos, sus propios sentimientos, su propia mente, sus propias emociones. Si se asusta de algo, salgo derecho por la puerta de costado. De modo que necesito poner toda mi confianza en ella”.

Baker es una de las Para jinetes más condecorada de Gran Bretaña, pero la incertidumbre alrededor de Tokio 2020 ha sido aún más difícil porque su sistema inmune está comprometido, lo que la convierte en especialmente vulnerable frente al Covid-19.

“No puedo ser vacunada debido a mi discapacidad”, dijo. “Así que tengo que ser excesivamente cuidadosa y esperar que todos a mi alrededor sean vacunados, para que haya menos chances de contraerlo. Volar aquí fue abrumador. No había estado en un avión desde febrero de 2020, pero afortunadamente estuvimos en clase ejecutiva con otros atletas que habían sido testeados todos. Si hubiera sido un avión abarrotado, hubiera estado petrificada”.

Cuando los eventos de Para doma comiencen el jueves, Baker estará canalizando la mentalidad que le ha valido tanto éxito.

“Siento como si tuviera un alter ego, a quien llamo “la Natasha atleta”, y luego en casa tienes a la Natasha real que descuida su cabello, se relaja en casa en pijama, sin maquillaje. Pero la Natasha atleta es ridículamente competitiva, al punto de que el primer día que estuvimos aquí, fuimos a la piscina. Y alguien mencionó la palabra carrera. Y yo estaba como: ‘Sí, yo me anoto’”.

“Así que soy increíblemente competitiva. Muy, muy determinada. Quiero ser la mejor versión de mí misma y ser capaz de ofrecer a mi caballo la mejor experiencia también”.