Estrella de video viral de baloncesto ayuda a cambiar percepciones con tiro asombroso

En un momento, Jules Hoogland se preparaba tranquilamente para su último partido de baloncesto del largo curso escolar. Al día siguiente, la joven de 17 años estaba recibiendo solicitudes de entrevistas de los medios de todo el mundo, recibiendo una avalancha de correos de fans y aceptando el hecho de que es una sensación de Internet. 

"Ha sido interesante. No me esperaba nada de esto. Ha sido muy divertido, pero también ha sido una de esas situaciones en las que me veo inmersa en todo tipo de cosas", dice Hoogland, sonriendo mientras reflexiona sobre unas semanas "locas". 

Todo empezó cuando la alumna del Zeeland East High School saltó a la cancha por segunda vez durante un partido de Unified Sports contra el Zeeland West High de Michigan, Estados Unidos. Rápidamente se le concedió un tiro libre y los espectadores del abarrotado gimnasio se quedaron en silencio mientras ella preparaba el tiro, consciente de que Hoogland, totalmente ciega, necesitaba oír el golpeo del tablero con una pértiga como señal para indicar dónde debía apuntar.

El público no guardó silencio por mucho tiempo, los 2.500 espectadores se levantaron en aclamación cuando la estudiante de 11º grado saltó para enviar el balón al centro de la canasta. 

La reacción de la madre de Hoogland lo dijo todo. 

"Ella estaba en el trabajo y estaba mirando su Facebook y vio que un video del equipo se estaba haciendo viral y entonces se dio cuenta de que era yo y se emocionó", dijo Hoogland. 

"Luego me dijo: 'No puedo dejar de verlo y cada vez que lo veo lloro'".

Salto a la fama

La señora Hoogland no es la única. El video, subido por los responsables de las escuelas municipales, ha registrado hasta la fecha más de 3,9 millones de reproducciones y esa exposición, para Jules, es enorme en muchos sentidos. 

"Ha sido realmente fantástico que haya dado la vuelta al mundo porque ha mostrado a mucha gente que los ciegos no son solo ciegos. Son humanos y pueden hacer todo lo que los videntes pueden hacer, solo que con algunas adaptaciones", dijo Hoogland.

"El hecho de que sean ciegos no significa que no puedan practicar deportes o hacer otras cosas que los videntes pueden hacer. Ha sido realmente impresionante educar a la gente de esa manera, especialmente con el baloncesto". 

En cuanto a cómo fue capaz de realizar ese increíble tiro, su explicación es prosaica. 

"Es mucho ensayo y error. Para mí, como persona ciega, es muy diferente tirar. Los demás pueden mirar dónde está el aro, pero yo tengo que aprender a sujetar el balón y luego tengo que aprender a qué distancia está el aro y luego tengo que aprender la altura, lo alto que es el aro. Y luego, una vez que tengo todo eso claro, tengo que intentar meterla". 

Aros y amistades

El receso de dos semanas en los entrenamientos antes del partido intercolegial de marzo no hizo más que complicar las cosas para Hoogland, que es completamente ciega desde los tres años tras nacer con retinopatía del prematuro, causada por un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en los ojos de los bebés prematuros.

Si no está haciendo algo "la mayoría de los días" es probable que olvide detalles clave. En este caso, su práctica de tiro antes del partido había sido "terrible", ya que la joven fue incapaz de encestar un solo intento. 

Por suerte, contaba con Ally Guffey, su ayudante en la cancha y una de sus mejores amigas. Guffey la calmó, le recordó que se animara con su fe religiosa y el resto es historia en Internet. 

La estrecha relación que ambas han establecido - "todo empezó cuando ella me acompañaba a las clases", recuerda Hoogland- refleja un fuerte "sentimiento de comunidad" en los institutos hermanados de Zeeland. Los equipos de Deportes Unificados están formados por alumnos con y sin discapacidad. Las asociaciones, como en el caso de Hoogland y Guffey, suelen extenderse a las aulas. 

Es un modelo para las escuelas que la estrella del video inspirador está dispuesta a recomendar a su nueva audiencia mundial. En cuanto a ella, no tiene ni idea de lo que le depara el futuro, y eso está bien. 

"Ni siquiera sé si quiero ir a la universidad o no", dice Hoogland, que también es una gran esquiadora, ciclista y pianista. "Solo estoy viviendo mi mejor vida y descubriéndola".