En verano o invierno, leyenda suiza Frei es experto en todo

Maratonista, abuelo, orador motivaciones, rompedor de récords... leyenda suiza Heinz Frei cumple todos los requisitos.

Frei celebró su 64º cumpleaños en enero, seis meses después de ganar una medalla de plata Paralímpica en la carrera de ruta en Tokio 2020. Fue el final de una relación especial con Japón, desde las medallas de bronce en las pruebas de 10 y 15 kilómetros de esquí sentado en Nagano 1998, hasta las 14 victorias en el maratón de Oita y la posesión del récord mundial en esa prueba durante más de dos décadas.

“Tokio fue mi último gran reto”, recuerda Frei. “A los 63 años, no era un atleta favorito: nadie de fuera esperaba una medalla. Pero mi concentración, mi ejercicio, mi energía, mi condición mental, creo que reuní todo eso en un nivel extra perfecto en el verano de 2021.

“Me encanta el calor, me encanta el circuito accidentado, me encanta Japón. Y tuve la gran oportunidad de cerrar un círculo en Japón. Participé en quizá 35 maratones de Oita desde 1983 - fui dueño del récord mundial de maratón durante 22 años, participé en los Juegos de Invierno de Nagano (1998), así que Tokio cerró el círculo”.

Frei, parapléjico tras un accidente en 1978, verá Beijing 2022 desde su casa con el disfrute y la pasión que han marcado su carrera deportiva de décadas en los Juegos de Verano e Invierno.

De sus 15 medallas de oro, solo una llegó sobre la nieve y el hielo, en Innsbruck 1988, en los 5km de esquí de fondo masculino. También consiguió la plata en el relevo de 3x2,5km y el bronce en la distancia larga de 10km en los mismos Juegos. En total, consiguió ocho medallas de invierno.

“En esa época era un atleta joven y con mucha energía. Eso hizo que fuera posible e interesante para mí participar también en los Juegos Paralímpicos de Invierno.

“Mi prioridad era el deporte de verano, pero luego, con esta medalla de oro de Innsbruck, me di cuenta de que tenía capacidad para una doble carrera. Es un placer disfrutar de ello”.

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ⒸFeng Li/Getty Images

Frei, que es orador motivacional de la Asociación Paralímpica Suiza, podría haber ganado aún más medallas de invierno. Consiguió dos cuartos puestos en Lillehammer 1994 y un resultado similar en Albertville 1992, mientras que en Innsbruck 1984 se le escapó un triplete de medallas de bronce tras dos terceros puestos.

“Me gusta ganar siempre, pero al final lo mejor es un cuerpo y una mente sanos, y ésta es la mayor victoria y la medalla más brillante”.

Los últimos Juegos de invierno de Frei fueron los de Turín 2006, mientras que en las ediciones de verano continuó con el ciclismo de mano y descubrió un nuevo talento.

“El invierno en los últimos 20 años en Suiza, y especialmente en mi situación de vida, hizo que no fuera fácil. Así que me di cuenta de que es mejor centrarse en una sola dirección.

“Fue el periodo posterior a 2006 cuando me pasé más y más al Para ciclismo, pero nunca esperé que pudiera encontrar un alto nivel en un tercer deporte. En Beijing gané dos medallas de oro en ciclismo de mano a los 50 años.

“A lo largo de mi carrera he dedicado mucha energía al desarrollo del deporte para personas con discapacidad. Como ejemplo, dejé mi trabajo de dibujante técnico y seguí la voz de nuestra asociación de parapléjicos para trabajar por el deporte en silla de ruedas. Atletas como Marcel Hug o Manuela Schar son producto de este desarrollo”.

Frei rinde homenaje a su esposa Rita por su ayuda y revela que en 2020 se convirtió en abuelo gracias a su hijo Jan.

“Rita no solo es mi mayor cariño, sino que es mi mentora, mi motor, mi compañera en los entrenamientos de larga distancia acompañada de la bicicleta y mucho más. Mis hijos Jan (32) y Tamara (28) me hacen sentir orgulloso”.

Seguro que ellos también están orgullosos de su padre, que ha batido el récord. Al fin y al cabo, además de todas sus Para medallas, es 10 veces Para atleta del año y en 2020 recibió un premio vitalicio como mejor Para atleta de la historia de Suiza.