Regreso a Tokio para la británica Caz Walton que compitió en Japón en 1964

El primer Juego Paralímpico de Caz Walton fue Tokio 1964, el inicio de una historia de amor que no da muestras de desvanecerse.

Una vez más la ciudad japonesa acoge al más grande espectáculo del deporte con discapacidad y Walton, que ganó diez medallas de oro en diferentes deportes, estará ahí como parte del equipo Paralímpico británico, dirigiendo el campamento de preparación para los atletas.

Será su 14º Juego de verano (se perdió Arnhem 1980 debido a una emergencia médica) y su entusiasmo no ha mermado para nada. De hecho, la empleada de más antigüedad de la Asociación Paralímpica Británica aún vive y respira deporte.

Solo no le preguntes por una cosecha de medallas Paralímpicas “menores”.

“No quiero sonar arrogante pero si no ganara lo clasificaría como un fracaso”, dijo Walton. “No las cuento”.

Que conste que Walton también obtuvo dos medallas de plata en natación y tenis de mesa y un bronce en pentatlón en Tel Aviv 1968, un bronce en Heidelberg 1972 en el pentatlón y tres medallas de bronce en esgrima, natación y atletismo en Toronto 1976. Total final: 17 medallas Paralímpicas.

COMIENZO TEMPRANO

Su introducción a los Juegos llegó sobre la marcha y a los 17 años. Convocada como reemplazante de última hora, Walton dejó Tokio con medallas de oro en slalom y carrera en silla de ruedas.

“Alguien se retiró por enfermedad y fui seleccionada para el equipo británico”, recordó. “Recuerdo la cálida bienvenida que nos dio el pueblo japonés. Las sillas de carrera no se habían inventado”.

Cuatro años más tarde y una experiencia diferente en Tel Aviv. Esta vez Walton competía en atletismo, natación, tenis de mesa y pentatlón y ganó medallas de oro en carrera de 60m en silla de ruedas, slalom y tenis de mesa dobles.

“Teníamos que hacer tantos deportes como fuera posible porque costaba mucho dinero enviarnos y no valía la pena si íbamos a hacer un solo deporte”.

Haga clic aquí y cambie su configuración para permitir las cookies de marketing para ver el contenido

Ahora a Heidelberg, donde la cosecha de cuatro oros fue un momento de lo más destacado. Dejó Alemania con victorias en 60m, relevo 4x40m, tenis de mesa y florete habiendo añadido la esgrima a su repertorio. Walton evita tocar en profundidad el tema de Toronto 1976, donde no logró conseguir una medalla dorada  —“No estaba muy complacida”— y esperaba enmendar las cosas en Arnhem 1980.

“Dos días antes del inicio estaba en el hospital”, contó Walton. “Tenía hipertiroidismo, lo cual afectaba mi corazón”.

PARTICIPANDO DEL MOVIMIENTO

Colecta de fondos fue el nombre del juego en 1984 cuando Stoke Mandeville —donde nació el Para deporte— tomó las tareas de organización sobre la hora.

“Todos nosotros aportamos”, recordó Watson. “Y quiero decir ‘nosotros’. Stoke Mandeville tuvo seis meses de anticipación y teníamos que recaudar dinero. Los competidores fueron hospedados en escuelas, el hospital de al lado, en cualquier lugar”. “No gané una medalla y ese debe ser mi momento más decepcionante. Estuve cerca de abandonar el deporte pero quería reivindicarme en Seúl”.

Lo hizo —ganando el oro en espada—.

“Sabía que iba a ganar”, dijo. “Fallé en el florete y tenía que compensar por ello”.

Walton no obtuvo medallas en Barcelona 1992 y decidió darlo por terminado como competidora. Fue directora del equipo de esgrima en 1996, 2000 y 2008 y administradora de equipo para Paralympics GB en 2004. Al repasar una carrera brillante, no tiene dudas cuando elige su momento Paralímpico favorito.

“Me hace llorar el solo pensar en ello. Entrar al estadio en Londres 2012 y el ruido que nos recibió. Esa fenomenal bienvenida se quedará conmigo para siempre”.