Stuart Robinson, campeón de rugby en silla de ruedas de Gran Bretaña, desea más oro

Stuart Robinson, la estrella del rugby en silla de ruedas, afirma que un increíble espíritu de equipo combinado con un enfoque inteligente del confinamiento ayudó a Gran Bretaña a completar finalmente su búsqueda de la gloria Paralímpica.

Gran Bretaña ha tenido un excelente equipo masculino durante muchos años, pero de alguna manera no ha conseguido el éxito final en los Juegos.

Pero todo cambió en Tokio 2020.

Gran Bretaña subió a lo más alto del podio, consiguiendo sus primeras medallas Paralímpicas en este deporte, tras una dramática victoria en la final contra los Estados Unidos.

"Cuando se pospusieron los Juegos, intentamos aprovechar la oportunidad", dice Robinson, de 39 años, de Lancashire, en el norte de Inglaterra. "Todos nos pusimos en forma, más fuertes y más rápidos. Tuvimos muchas reuniones de Zoom y buscamos formas de entrenar en casa. Fue duro, pero creo que al final valió la pena.

"Cuando llegamos a Tokio, yo estaba muy concentrado en salir al campo y jugar bien. Muchas de las otras cosas quedaron en segundo plano. Estábamos en nuestra burbuja y eso nos ayudó a unirnos aún más. La organización de Tokio fue muy buena y eso también ayudó: estábamos bien preparados". 

Una temprana derrota ante los Estados Unidos en la fase de grupos no mermó la confianza.

"No estuvo tan mal", dijo Robinson sobre la derrota por 50-48. "El primer partido contra Canadá era el más importante. Nos habían ganado en Río, dejándonos fuera de la lucha por las medallas. Sabíamos que si perdíamos tendríamos problemas para intentar pasar el grupo. 

"Pero lo hicimos bien y nuestra confianza creció. Luego, en el partido contra los Estados Unidos, fueron duros y cometimos algunos errores, pero utilizamos la derrota como un trampolín. Todo lo que habíamos trabajado en los entrenamientos dio sus frutos".

Gran Bretaña se deshizo de la anfitriona, Japón, en las semifinales, antes de tomarse revancha ante los Estados Unidos en la final, ganando 54-49. "Hicimos el trabajo", dijo Robinson. "Para volver a enfrentarnos a los Estados Unidos, sabíamos que teníamos que ser fuertes en todos los aspectos. Nos aseguramos de corregir todo lo que nos había fallado en el partido de grupo".

Robinson realizó algunas actuaciones individuales excelentes en el camino hacia la victoria. "Mucha gente que nos veía por televisión decía que parecía muy serio", dijo. "Había mucha presión, porque nuestro equipo nunca había ganado una Para medalla. Quería llevar a cabo el plan de juego.

"Estaba muy contento de cómo había jugado. Solo llevo cuatro años jugando en este nivel, y había mucho que aprender. Solo quería rendir bien y siento que todo el trabajo que hice en casa, en el garaje, valió la pena".

Esto marca un punto importante de un largo viaje para Robinson, que fue artillero de la Real Fuerza Aérea en el ejército británico y perdió las dos piernas por una bomba en Afganistán en 2013. Ya un deportista entusiasta, Robinson se involucró con el rugby en silla de ruedas inmediatamente como parte de su rehabilitación y fue rápidamente ascendiendo.

"Ponerse el uniforme del Team GB, es similar a ponerse el uniforme militar", dijo. "Me gusta mostrarme inteligente y tienes que valorar la camiseta porque siempre hay alguien que viene por tu puesto.

"Solo después te das cuenta de lo mucho que significa para todos en casa. Recibí muchos mensajes, pero lo que más significó para mí fue una llamada de mi hijo. A pesar de que había ganado el oro, me señalaba aspectos del juego que podría haber mejorado. Eso me encantó".

Volver por más suena muy bien también, admitió Robinson. "No estoy seguro de si seguiré jugando, pero me gustaría demostrar que Tokio no fue solo una victoria afortunada para GB. Con París 2024 a solo tres años de distancia, y la esperanza de algunas multitudes, la idea de intentar ganar otro es muy tentadora".