Tokio 2020 es primer paso para difundir judo en Perú

Fred Villalobos Corrales será conocido para siempre como el primer judoka de Perú en competir en unos Juegos Paralímpicos, pero su participación en Tokio 2020 ha disparado nuevas ambiciones.

"El judo en Perú va a crecer, va a mejorar. He empezado algo y habrá más gente que vendrá después de mí", dijo Corrales, con discapacidad visual, mientras analizaba la vida después de los Juegos.

"Quiero seguir por más tiempo. Todavía puedo mejorar. Llevo pocos años en el judo, así que puedo seguir mejorando.

"Empecé cuando tenía 27 años. El judo era uno de los deportes que tenían como opción en la universidad y, desde que lo probé, me gustó mucho. Me gusta su disciplina, su filosofía y cómo te enseña a respetar a tus oponentes".

Corrales tiene en su mira a París 2024 tras disfrutar de su experiencia Paralímpica. Compitió en la prueba de -81kg en el legendario Nippon Budokan, perdiendo en octavos de final contra el cubano Rodríguez Reyes, dos veces Paralímpico.

Su participación en Japón fue la culminación de un programa que comenzó en los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, cuando obtuvo el bronce, convirtiéndose en el primer judoka peruano en ganar una medalla en el evento continental.

Al clasificarse para Tokio 2020, ha contribuido a mantener vivo el incipiente programa en Perú.

"El programa en el judo Paralímpico es muy pequeño. Fred es el único. Es el primero en la historia y es muy importante tener al primer judoka aquí (en Tokio)", dijo su entrenador Daniel Vizcarra.

No todo fue competencia en Tokio 2020. Hubo un emotivo reencuentro con Corrales y el entrenador Kento Iwanaga de Japón.

Iwanaga estuvo en Perú entre 2016 y 2018 como parte de un programa que envía instructores de judo a países en vías de desarrollo para hacer crecer el deporte a nivel de base. Se mantuvo en contacto con su pupilo peruano y en 2019 lo invitó a un torneo y campamento internacional de judo para atletas con discapacidad visual, realizado en el Instituto de Judo Kodokan de Tokio, donde él trabajaba.

"Siento que mi encuentro con él, el tiempo que pasamos juntos y el camino hasta llegar a este punto han sido valores de por vida en mi trayectoria de judo. Este sentimiento está tan lleno de emoción que las palabras por sí solas no pueden expresarlo", dijo Iwanaga.