Fanni Illes utiliza Para natación para inspirar

Fanni Illes nunca había nadado cuando su padre pronosticó en broma que se clasificaría para los Juegos Paralímpicos cuatro años después. Tenía 12 años y acababa de recibir su primer bañador. 

Pero para su sorpresa y alegría, su hija no solo competiría en Beijing 2008, sino que, con 16 años, sería la atleta más joven en representar a Hungría en los Juegos. 

Illes se clasificó para Londres 2012 y Río 2016 y se prepara para sus cuartos Juegos en Tokio, en agosto. En su palmarés figuran también los títulos de campeona mundial y europea de Para natación.

“Lo que empezó como una broma de mi padre de que me clasificaría para Beijing 2008 se convirtió en realidad”, dijo Illes. “Me hizo mucha ilusión recibir mi primer bañador y aprender a nadar, y ahora, [16 años después], Tokio 2020 serán mis cuartos Juegos y los espero con ansiedad”.

Como modelo a seguir, embajadora y oradora motivacional, Illes es consciente del impacto positivo que el Para deporte ha tenido en ella y quiere mostrar a las personas y familias que se enfrentan a desafíos similares que hay nuevas formas de vivir a través del deporte.

Desde que comenzó su camino en la Para natación en 2004, se le ha abierto un mundo de posibilidades. Illes nació sin piernas y tiene manos palmeadas y escoliosis.

“La natación es todo para mí”, dice. “Me ayudó a aceptarme a mí misma y creo que puede ayudar a otras personas a aceptarse también. Lo digo literalmente, ya que solo me quedo con el bañador. 

“Me dio objetivos para convertirme en mi propia heroína, la deportista que consigue grandes cosas. También me dio confianza en mí misma. La gente ya no me compadecía, sino que empezó a apreciarme y a aplaudir mi éxito”.

El oro en Londres

Su momento de mayor orgullo llegó cuando ganó la medalla de oro en los 100m braza SB4 en el Campeonato Mundial de Para Natación Allianz Londres 2019. 

“Fue una sensación indescriptible. Sentí que todos los años de trabajo habían valido la pena. Estaba destrozada después de Londres 2012 y contemplé la posibilidad de abandonar, pero el mejor recuerdo fue ganar la medalla de oro siete años después en la misma piscina.

“Mi lema es que el trabajo duro siempre tiene su recompensa y que, por muy difícil que sea la situación, siempre puedes salir ganando”. 

Campeona europea en la misma prueba en Dublín 2018, Illes se prepara ahora para los próximos Campeonato Europeo en Madeira, Portugal, en mayo. Es el último gran evento antes de los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.

El aplazamiento de los Juegos por la pandemia de COVID-19 le permitió a la nadadora someterse a una operación en el hombro. 

“Vi el aplazamiento como una posibilidad de entrenar más y mejorar. Mi objetivo es estar en mi mejor forma, nadar mi mejor tiempo y cualquier medalla que pueda conseguir valdrá la pena”, dijo. 

Illes espera conseguir su primera medalla Paralímpica. Y después de competir en cuatro Juegos Paralímpicos, también sueña con que algún día el evento se celebre en su propio país.

"El Para deporte se está conociendo poco a poco en Hungría, pero aún queda mucho por hacer. Si los Juegos Paralímpicos o los Campeonatos Mundiales se celebraran aquí, los medios de comunicación prestarían más atención a los Para deportes”.

También la ayudaría a destacar otros beneficios del deporte.  

“La natación me mantiene en forma física y mental, pero también me ha dado la oportunidad de viajar, conocer gente nueva y experimentar cosas nuevas. 

“Solo tenemos una vida, así que tenemos que vivirla al máximo, sin limitaciones que a veces solo existen en nuestra mente”, dijo. “Libérate y prueba cosas nuevas”.

Descubriendo la natación

Illes creció en Rezi, un pueblo a unos 200km de la capital, Budapest, con su padre Tihamér, su madre Erzsébet y su hermana menor Réka. 

Nació con dismelia, una enfermedad que afectaba a sus extremidades. Aunque fue un shock para sus padres, siempre se han mostrado cariñosos y comprensivos. 

“Son mi principal fuente de inspiración”, dice Illes. “Me animan continuamente a mejorar para superar los límites al máximo”.

De niña, Illes aprendió a subir escaleras y a realizar actividades cotidianas, pero todavía tenía que superar desafíos físicos. En la escuela caminaba con la ayuda de prótesis, pero no veía la hora de llegar a casa para “deshacerse de esas piernas y unirse a otros niños para jugar al fútbol y andar en skate”.

Contó con el apoyo de profesores y alumnos sin discapacidad, y nunca se sintió diferente. 

“Tuve una vida completamente normal durante mi infancia”, dice.

A los 12 años, Illes se interesó por la Para natación después de ver un programa de televisión. Sus padres le compraron su primer bañador y empezó a entrenar dos veces por semana con Réka en una piscina de la zona.

“Desde el principio fue evidente que había encontrado mi lugar natural y feliz en el agua, donde todo es mucho más fácil”.

Atleta del año

Desde 2013 es entrenada por Almos Szabó, que también entrena a otros grandes Para nadadores húngaros, como la medallista Paralímpica Bianka Pap.

“Mi familia y Almos están entusiasmados con los Juegos de Tokio. Son mis mayores admiradores”, dice Illes.

Además de su programa habitual de entrenamiento en el Duna Arena de Budapest, la nadadora de 28 años también ha sido mentora de niños a través de la Fundación Golden Butterfly, que sus padres crearon en 2006 para apoyar su entrenamiento y comprar su equipamiento de natación.

“En los dos últimos años, todas las donaciones se han utilizado para apoyar a los Para nadadores locales con sus necesidades. Tienen alrededor de 15 años y son la gran esperanza para el futuro”, explica Illes. 

También quiere ser un modelo a seguir para las chicas de su equipo: “Siempre intento dar un buen ejemplo”.

El año pasado, Illes fue elegida atleta femenina del año en el Glamour Women of the Year 2020, un premio tradicional organizado por la revista húngara de moda. 

Antes del confinamiento impuesto por la pandemia, había aceptado muchas invitaciones para hablar de su vida en eventos.

“Me gusta inspirar a los demás”, dijo. “Creo que si hay una sola persona en cuya vida puedo tener un impacto, soy feliz”.