Noruega Synne Stangeland rompe barreras para entrenadoras

Joven entrenadora se gana el respeto de sus atletas y las guía al Campeonato Mundial local en la nieve de Lillehammer 07 Jan 2021
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A woman observing a sit-skier at the starting gate
Synne Sofie Stangeland observa al esquiador sentado noruego Jesper Pedersen en la Copa del Mundo Kranjska Gora 2020
ⒸLuc Percival for World Para Snow Sports
By Lena Smirnova | For World Para Snow Sports

Synne Sofie Stangeland esquía por una empinada ladera de la montaña con un cubo de sal de 25kg en cada mano. 

Esta tarea es lo suficientemente desafiante para cualquiera, pero Strangeland, una de las pocas entrenadoras del circuito de World Para Alpine Skiing, se empeña en no pedir ayuda. Más bien, levanta dos cubos de 25 kg en lugar de uno.

“Trato de mantenerme en buena forma y estar preparada para todo ese trabajo. Soy terca y no me gusta pedir ayuda, me gusta hacerlo yo misma”, dijo la joven e 29 años. “Tal vez porque soy mujer, también quiero demostrar que puedo hacer el trabajo pesado. Trato de mantenerme en forma, así que estoy preparada para hacer el trabajo duro”.

Un mundo de hombres

Stangeland era una esquiadora alpina de alto rendimiento y participó en carreras FIS de 2006 a 2010. Después de su retiro, comenzó a entrenar y a estudiar fisioterapia. 

Después de tres años como entrenadora del equipo nacional juvenil, recibió una llamada telefónica de la Federación Noruega de Esquí para pedirle que se uniera al equipo Para alpino en la temporada 2018-19.

“Fue una nueva experiencia y aprendí mucho muy rápido”, dijo Stangeland. “Hay que saber improvisar y ser creativa en todos los ejercicios que hacemos. Los Para atletas a veces no pueden hacer un ejercicio de la misma manera que los atletas sin discapacidad, así que tienes que ser creativa e individualizar cada ejercicio”.

Como parte del equipo nacional, Stangeland trabaja junto con el head coach Hans Blattmann y supervisa el entrenamiento del campeón Paralímpico Jesper Pedersen y de Marcus Nilsson Grasto, un esquiador de pie en notable ascenso.

Hanne Vadseth, la mejor esquiadora del equipo, se lesionó la temporada pasada y está trabajando para volver a los grandes eventos.

Stangeland no solo es la única mujer del equipo noruego, sino que también es la única entrenadora del circuito Para alpino. 

“Disfruto estar con los muchachos. Son fáciles de llevar, así que tenemos una buena energía en nuestro equipo, pero sin duda me encantaría tener algunas mujeres también”, dijo Stangeland. “Sería bueno tener más entrenadoras también. Cuando estamos en las Copas del Mundo y los otros entrenadores salen a tomar una cerveza, es un club de hombres. Me gustaría que también hubiera mujeres para que podamos divertirnos”.

Anja Skutelj, la directora de carreras, y Saori Ishii, head coach de Japón, son otras de las mujeres en el circuito. Ishii condujo a su equipo a dos Globos de Cristal en la temporada 2018-19 y a siete medallas en Campeonatos Mundiales, incluyendo dos de oro.  

“Es realmente genial que sea la head coach del equipo”, dijo Stangeland. “Todos los entrenadores con los que trabaja la respetan a ella y a sus decisiones. Es inspirador”.

Stangeland se ha ganado un nivel similar de respeto de sus atletas también. 

“Synne es muy creativa ya que adapta los diferentes ejercicios a nuestras discapacidades y nos ayuda a ver nuestras posibilidades en lugar de las limitaciones”, dijo Marcus Nilsson Grasto, que comenzó a trabajar con Stangeland antes de su debut en la Copa del Mundo en enero de 2019. “También es buena para hacernos identificar nuestras propias debilidades y encontrar soluciones para mejorarlas”.

Jesper Pedersen, su compañero de equipo, coincide: “No hay razón para que no haya más entrenadoras en el circuito... Desde el principio, siempre ha tenido grandes expectativas para sus atletas. Sabemos que tenemos que dar el 100% de cada entrenamiento para que ella esté contenta y eso nos hace estar aún más centrados en los pequeños detalles”.

Puedes hacer lo que sea

Stangeland estima que viaja 150 días al año como parte de su trabajo.

El trabajo es a menudo físicamente exigente. Los entrenadores tienen que llevar paquetes de 15kg para montar o desmontar las pistas. Cuando entrenan en los glaciares en el verano, Stangeland tiene que salar la pista, así que lleva cubos que pesan hasta 25kg mientras esquía por las laderas más empinadas.

“Siempre trato de llevar dos. Sé cuando soy capaz de llevar dos, entonces estoy en buena forma”, dijo con una sonrisa.

Stangeland ha pensado mucho en por qué las mujeres no trabajan en el esquí alpino. La discrepancia de género no solo es visible en el escenario mundial, sino también en Noruega. En el nivel más alto, en los gimnasios de esquí o en los equipos nacionales, solo hay una o dos entrenadoras.

“Lo he discutido con entrenadoras de otros deportes aquí en Noruega y creo que posiblemente se deba a los viejos roles de género”, dijo Stangeland. “Tienes que sacrificar mucho tiempo con tu familia y es importante que las mujeres estén en casa con los niños, no solo porque tienen que hacerlo, sino también por elección. 

“Y, por supuesto, te tiene que gustar estar con los muchachos y tienes que ser lo suficientemente dura para levantar la voz en la reunión de capitanes de equipo, por ejemplo. Muchos entrenadores jóvenes no tendrán problemas con una entrenadora, pero quizás algunos de los mayores disfrutan más de que solo haya hombres”.

La propia tenacidad de Stangeland como pionera femenina ha hecho que sus atletas sean algunas de las principales aspirantes a medallas en el próximo Campeonato Mundial de Deportes de Nieve, que tendrá lugar en Lillehammer, Noruega, en enero del próximo año. 

Y está ansiosa por ayudar a sus atletas a rendir al máximo en su propia tierra. 

“Hemos hecho muy buenos entrenamientos este verano y este otoño, así que creo que estamos muy bien preparados”, dijo Stangeland. “Significa mucho para nosotros como entrenadores y para Jesper y Marcus, especialmente, estar corriendo en casa”.