Escucha mi voz: Victoria para artistas musicales con discapacidad

George Doman, alias georgetragic, es un rapero de Los Ángeles que forma parte del grupo Krip-Hop que ayudó a conseguir un premio Emmy del Deporte para la película de Netflix “Rising Phoenix”.

Los protectores de plástico para las piernas, también conocidos como ortesis de tobillo-pie (AFO), se han integrado como parte de mi estructura. A veces, en muchas visitas al médico, los carteles de los Juegos Paralímpicos adornaban las paredes de la consulta. Me impresionaba la estatura de esos atletas Paralímpicos mientras yo navegaba por la vida como adulto con discapacidad. La preparación para tu destino es a menudo cuestionada, ya que la duda tiende a aparecer, enturbiando las aguas que mis ondas sonoras parecen formar durante cada sesión de grabación. Me dijeron muchas veces que las letras sobre la discapacidad no llegarían a tener repercusión, pero el 8 de junio de 2021, el documental de Netflix sobre los Juegos Paralímpicos “Rising Phoenix” se convirtió en una onda sonora construida con la fuerza de esos mismos titanes; generó un tifón. Sí, hombres y mujeres reconocerían nuestro poder en la discapacidad, y esos mismos guardianes tendrían que responder algunas preguntas sobre la inclusión.

Me cuestiono, ¿simplemente juzgar a cualquier artista sin firma basándose en los seguidores, las insignias de verificación o la audiencia en YouTube? Desgraciadamente, la seguridad social no cubre los altos precios de los contratos ni los honorarios. Nuestro negocio musical ha perdido la esencia de encontrar artistas únicos porque los guardianes tradicionales bloquean el acceso a la tierra prometida. Los A&R (artistas y repertorios), los managers y los productores cobran tasas de presentación a concursos amañados. Los ejecutivos de la música ya no ejecutan su intuición, ya que la intimidación de usar solo sus oídos para elegir quién puede influir en las masas toma la presidencia. Krip-Hop y su equipo de líderes "desactivaron" este mismo proceso de pensamiento al ganar el Emmy del Deporte. Los trofeos, los galardones y el reconocimiento no son más que medallas de guerra. Mi vida personal fue más bien una batalla contra los derechos humanos, ya que ganar una simple entrevista de trabajo se vio empañada por comentarios discriminatorios. Verás, soy un artista de rap, pero tengo sueños comunes de un cuerpo con discapacidad, pero también quiero mantenerme a mí y a mi familia.

Hollywood le dio a Drake una silla de ruedas durante el rodaje de Degrassi (una serie de televisión). Y eso me hace cuestionar la representación de nuestras historias en la pantalla. Necesitamos más conexión con el espíritu humano, y la comunidad de personas con discapacidad está dispuesta a contar y compartir sus hermosas imperfecciones.

Cuando tenía 17 años, conocí a un empresario exitoso durante una semana de concientización que resultó tener una discapacidad. Escuché su historia de formar una familia, tener una esposa y ser aceptado en la sociedad. Le pregunté cómo reunía la fuerza para tener una familia y el éxito, y sin decir una palabra, se me llenaron los ojos de lágrimas, las mismas lágrimas que me ahogaban en la duda. 

Al ganar el Emmy, me di cuenta de que tal vez la inclusión se consigue con las mismas dificultades que nos hacen cuestionar nuestra existencia en el mundo. Encontré mi existencia y un puesto adecuado como asistente de campañas de marcas para el Comité Paralímpico Internacional, donde no solo se defiende la inclusión, sino que también se practica la empatía. A los estudios de grabación y a las empresas que me discriminaron en Los Ángeles, ¡sus mentes cerradas se perdieron un ganador del Emmy del Deporte!