Inseparables gemelas alemanas de judo Ramona y Carmen Brussig se reúnen en Tokio

A las gemelas alemanas Ramona y Carmen Brussig se las puede ver a menudo de la mano, envueltas en su propio mundo privado, compensando el año pasado en el que las hermanas estuvieron separadas por la pandemia de Covid-19.

“Siempre nos necesitamos porque estamos muy unidas. No podemos estar solas, y cuanto más mayores nos hacemos, más unidas estamos”, dijo Brussig. “Así que el año pasado fue muy duro. No podíamos vernos, solo llamar por teléfono”.

Las hermanas lo comparten todo, desde sus cumpleaños y apariencias hasta su trayectoria de 35 años en el judo y sus exitosas actuaciones en múltiples Juegos Paralímpicos. Carmen se trasladó a Suiza hace 19 años, mientras que su hermana se quedó en Alemania. 

La distancia nunca supuso un problema, ya que a menudo se reunían y entrenaban juntas en el equipo nacional. Pero eso cambió durante la pandemia de Covid, ya que no pudieron verse en persona. 

“Viajar no fue posible. Yo no podía ir a Alemania y ella no podía venir a verme”, cuenta Carmen. “En 2021 es posible, pero en 2020 no. Durante el coronavirus, solo teníamos FaceTime”.

Sin embargo, se han reunido para los Juegos Paralímpicos Tokio 2020. Las gemelas pisaron el tatami de judo por primera vez el mismo día, cuando tenían nueve años.

“Nos encanta el judo”, dice Carmen. “Cuando éramos más jóvenes, empezamos con el ajedrez. Nuestra familia es ajedrecista y era como una rivalidad entre el ajedrez y el judo, y dijimos: “No, el judo es mejor”. “Nunca quisimos cambiar el deporte. Es solo judo, siempre”.

La hermana Ramona, dijo: “El judo es un deporte en el que los movimientos son más variados. No es como nadar o correr 100m. El judo siempre es diferente. La natación o la carrera son muy monótonas”.

Tokio 2020 serán los cuartos Juegos Paralímpicos en los que las Brussig compiten juntas. Ramona también representó a la familia en Atenas 2004.

Cada una de ellas ha ganado una medalla en todos los Juegos Paralímpicos a los que han asistido, incluido el doble oro en Londres 2012: Ramona en la categoría de peso femenina de -52kg y Carmen en la de -48kg.

Y aunque sus medallas se conservan en países distintos, el recuento sigue siendo compartido. 

“Ahora hemos ganado todo lo posible a lo largo de nuestras carreras”, dice Carmen. “Yo tengo mis medallas en Suiza, y ella tiene las suyas en Alemania, pero somos familia, así que las contamos como siete medallas”.